El Golem ronda por el templo, la sinagoga de las letras; son las mismas que, con toda su memoria, se manifiestan en estas páginas para mostrarnos, de manera biográfica, el entorno del poeta galés Dylan Thomas a través de la pluma de Francisco Véjar. Así como la visión o el vislumbrar del mundo del dramaturgo y poeta, o profeta, como lo llama José Vicente Anaya, y creador del “teatro de la crueldad”, Antonin Artaud.
Para muchos lectores del autor de “Residencia en la tierra” y “Canto general”, les es vedada la infancia de Neruda en la Región del Maule. Para ellos extraemos un fragmento del libro “Neftalí, el niño de Parral” de Gabriel Rodríguez, donde nos descubre al pequeño en una tierra de ríos, viñas, ferrocarriles, y algún recuerdo en voz de su prima Eva Reyes Araya.
Eve Gil, presenta una interesante travesía por la vida de Elena Poniatowska, desde 1932 -su nacimiento en París- hasta el 2001, año en que se le otorga el premio Alfaguara.
Reinaldo Edmundo Marchant, escribe una crónica entrevista con el escritor Mario Benedetti, en que la picardía del uruguayo es un quitar el velo a los autores que “abrazan causas sociales”.
Cuatro poemas del griego Yannis Ritsos (1908- 1999), una muestra de poetas latinoamericanas,“Elegía como grito para una tarde de diciembre” de Max Rojas y “Mansión Artaud” de Manuel Lozano, complementan el espacio a la creación que el golem propone, como punto de lectura, en este tercer número.
Hugo de Mendoza
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