un poema extranjero
extranjero siempre / siempre / en otra lengua
(el jardín, mercedes roffé)
he oído que releer los poemas de uno mismo
es sentir cómo de repente alguien
te lanza un puñetazo en el estómago
es como oír a una voz extranjera
que intenta hablar en tu idioma materno:
escuchar su acento
darse cuenta de sus pifias infantiles
burlarse de su incapacidad
para comunicarse naturalmente
he oído que releer tus propios poemas
es reconocerse como un extraño
en una patria que nunca será tuya
por más que aprendas a hablar en esa lengua
por más que entiendas lo que te dicen
he oído que releer tus poemas
es recordar lo que el profesor
de lengua extranjera siempre te decía:
puedes hablar /¡claro que sí! /
pero siempre serás un ente ajeno / un bicho raro
siempre me releo para darme cuenta
de que soy un pésimo turista
de mis propias palabras
y me siento como un huérfano
como el analfabeto poético
que siempre termina sus poemas
burlándose de sí mismo
un poema hispánico
absolutamente
todas las certezas son aburridas
por eso prefiero decir que
no sé de dónde vengo
que ni de aquí ni de allá
que ni blanco ni indio
ni español ni inca ni negro
ni árabe ni irlandés ni nada
pero la voz de mi abuela
me golpea en el cráneo
me revuelca en el piso y me grita
que vengo de la noble estirpe de gente
que portaba un apellido pomposo
que bien podría ser el siguiente:
de los Reyes de España y Gálvez
el dilema llega cuando
no sé si debería enorgullecerme
o verme al espejo y echarme a reír
un poema académico
según el diccionario
de la real epidemia de la lengua
la palabra diccionario se describe
a sí misma como:
1. m. repertorio en forma de libro o en soporte electrónico en
el que se recogen, según un orden determinado, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación.
2. m. catálogo de noticias o datos de un mismo género, ordenado
alfabéticamente. diccionario bibliográfico, biográfico, geográfico.
*** ¿está completamente seguro? ***
la pregunta en sí es
por qué podría aceptar esta definición
y no otra
para evitar mayores problemas /
desocupado lector /
le animo a que
inserte su propia definición aquí:
.
(posee el espacio suficiente –creo yo– para hacerlo)
ah / lo olvidaba
sí / como quizás ya adivinó /
su definición también llevará un tachón
¿por qué no habría de ser tachada
si cada definición que damos
será equívoca en otro diccionario?
un poema común
mi nombre es muy común
(cédula de identidad, mahmud darwish)
la excepcionalidad
siempre es el ejemplo a seguir
el ansia está en
siempre buscar la diferencia
siempre tenerle miedo a lo similar
la meta es hacer (o ser) algo notable
creernos únicos como esos bellos poemas
que solo han sido escuchados una vez en la vida
lo que nos aterra es la repetición
no ser vistos como las islas que quisiéramos
como esas insuperables bebidas refrescantes del desierto
¡vamos que hasta los oasis se repiten!
¡vamos que no es necesario exagerar!
tener un nombre común
en la época de la
reproducción de las masas
no es nada malo
no está mal
que tus padres
hayan optado por la facilidad
y no por la creatividad
tener un nombre común
es una forma de esconderse
entre una multitud que posee el mismo nombre que tú
si llamarse juan no es un pecado
¿por qué escribir un poema común sí debería serlo?
un poema banal
-Poems, poems everybody… (risas)
(película the wall, pink floyd)
quiero escribir un poema banal
un poema que hable de lo absurdo
que es escribir poemas
en un mundo donde nadie necesita leerlos
no hay tiempo suficiente
como para perderlo en semejante nimiedad
¡pudiendo aprovecharlo en tantas
otras cosas que sí son importantes!
¿para qué perderlo de esa manera:
escribiendo poemas
o, peor aun, leyéndolos?
este poema no me dará dinero
tampoco comida o un departamento
pero quizás sí me consiga una chica o dos
a lo mejor ni siquiera eso
la banalidad ha sido deshonrada:
todo debe ser –o fingir ser– trascendente
este es un poema tan orgullosamente banal
que las palabras abismo o nostalgia o melancolía
no aparecen en él (¡tan revolucionario es!)
sin embargo,
yo comprendo que será juzgado
como un intento fallido de lirismo
como un acto meramente impuro
como una burla insulsa a la belleza
lamento informar a los ilustres jueces de la poesía
que eso es justamente lo único que me interesa
un poema x
un poema no necesita tener un significado y,
como muchas de las cosas de la naturaleza,
a menudo no lo tiene.
(adagia, wallace stevens)
x
puede ser
una letra / una palabra / una incógnita / un universo
o incluso un poema que busca remitirse a cualquier cosa
no hace falta que exista un fin exclusivo
para el poema que se busca a sí mismo debajo de una piel
ni siquiera hace falta que se piense en si existe una meta
a la cual un poema x se planteó llegar desde un principio
lo único
que le hace falta al poema
(se llame o no se llame x)
es comprender que
lo que ha hecho la poesía durante toda la historia
ha sido básicamente darle vueltas al asunto del ser
de si es o no es poesía esto en lo que la hemos convertido
de si se debe o no se debe respetar
a sus padres / abuelos / y / así / ad infinitum
de si en verdad la poesía no debe ser un reflejo de sí misma
o si debe salir de los más bellos y mejores sentimientos del hombre
(no funciona así, pero hay gente que en verdad se lo plantea)
si nos fijamos bien
–como lectores atentos que suponemos ser–
caeremos en la cuenta de que
un poema x es / a la vez / todos los poemas
si la variable x no tiene
más variables con las que se pueda
formular una ecuación coherente
y / por supuesto / lógicamente desarrollada
x podría ser cualquier cosa
tal como ha venido siendo la poesía
y la vida de los seres humanos
***Textos tomados de 39
poemas de mierda para mi primera esposa (Turbina, 2018)
Juan Romero Vinueza (Quito, Ecuador, 1994)
Estudió Literatura en la PUCE (Ecuador). Maestrante de Literatura
Hispanoamericana en la Universidad de Guanajuato (México). Co-editor de Cráneo de Pangea. Editor de la sección de Poesía en español del Cigar City Poetry Journal (EE. UU.). Ha colaborado con las revistas POESÍA de la Universidad de Carabobo
(Venezuela), Jámpster (Chile), Transtierros (Perú) y Liberoamérica (España). Ha publicado en poesía: Revólver Escorpión (La Caída, 2016) y 39 poemas de mierda para mi primera esposa (Turbina, 2018). Compiló, junto con Abril Altamirano, Despertar de la
hydra: antología del nuevo cuento ecuatoriano (La Caída, 2017), obra ganadora del incentivo de los Fondos Concursables 2016-2017, organizados por el Ministerio de Cultura y Patrimonio del
Ecuador. Compiló y tradujo, junto con Kimrey Anna Batts, el libro País Cassava / Casabe Lands (La Caída, 2017).
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