La noche
La noche es un diluvio en las entrañas
columpiándose.
La noche es en el soñante
una esfera deshaciéndose
vociferando en el silencio
su canto.
Fallecimos como astros,
violentísima radiación sideral.
El primer llamado
es el del bosque
nadie sale ileso
de la voz del fuego,
es el bosque un primer impronunciable asombro niño,
a Dios lo encuentras
en las mínimas hojas
que trasladan las hormigas.
¿Cuál nombre puede sostenerse tras el paso de un huracán?
Dime qué hay de cierto en todo lo que se derrama.
¿Qué es lo que permanece después del vaivén líquido de todas las formas?
¿Cuál país puede ser el tuyo cuando ya no quede un nombre?
Hay que vestirse de amapola y de nenúfar
y de todo lo que estalla en pistilos con el aire.
Fit nova Cycnus Avis
Dijiste:
un sol explota en la garganta, cuando la lluvia estremece la palidez de tus zonas blandas.
Que no quede hierro en tus pies, ni cadenas en tus manos,
el plomo deslizándose hacia paisajes dorados
más allá de los reinos nunca antes soñados.
Todo se deshace buscando la aurora.
petición del alma
la verdadera justicia
no es ciega.
Equilibrio
es en la balanza
destructor de gravedad,
el plomo
convertido en oro
que ya no duele ni pesa.
Mecánica celestial
VIII
La Justicia
Una es la ley
el sable del amor
no tiene preferencias
causa y consecuencia
son la repetición del alma,
la verdadera justicia
no es ciega.
Equilibrio
es en la balanza
destructor de gravedad,
el plomo
convertido en oro
que ya no duele ni pesa.
XXI
El Mundo
Había llegado el tiempo de los geranios
síntesis del absoluto
de quien podía sentir
todas las hojas del otoño
caer en su regazo.
Botánica universal
el verdor que se desliza
en la piel humana de los bordes
en la piel humana
de los silentes astros
Y se mueve, se mueve
como quien en la danza
da un salto en lo alto
Subíamos en lo cuántico
sin despegar
los pies de la tierra
mecánica de lo celeste
la brasa que arde en los ojos,
en la cámara diminuta del corazón.
La Aurora del nuevo mundo
naciendo.
La cuadratura del circulo
Cuerpo espesor, no temo a tu muerte: he sobrevivido a todas.
Una ola choca contra la orilla sin desesperación, simple rutina.
Piedras lisas y brillantes erosionadas por la constancia del beso del agua.
Antiguas montañas mirando
el panorama
allí permanece su silencio.
Me ubico al este, al sur, al norte, al oeste
en el espacio otra es la dimensión del mapa.
el mapa nos mira al revés, al derecho,
somos estos ojos detrás de los ojos
vamos caminando descalzos sus relieves y tachaduras
pequeños trenes se desplazan desde nuestras manos
buscando asidero en geografía tierra firme
solo existe en los suburbios de nuestras mundanas necesidades.
Los faros de Hopper aparecen titilantes en la desesperación del naufragio
hasta localizar nuevamente luz sin artificios
hemos llegado a la estación de los azules
mago del espectro vibrando a la máxima frecuencia de las variaciones del fuego
en la Gran Obra
|La densidad de la gravedad no es un cuento de camino |
Dira Martínez Mendoza. Licenciada Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela) Especialista en Estudios Avanzados en América Latina (Universidad Complutense de Madrid). Colaboradora en revistas culturales y fanzines. Cuenta con un libro publicado (N)aves por la Editorial Pirata Cartonera. Forma parte de las antologías Mi país es un Zombi- Antología postmortem (Editorial Casamanita- México); Prometeo 97- La paz se escribe sobre lava (Revista Prometeo- Revista Internacional de Poesía en Colombia); Antología Literaria Internacional "Poesía Hembra" (Perú, 2014); 102 poetas Jamming (Oscar Todtmann editores); Revista Poesía número 160 (Universidad de Carabobo, Venezuela); Nubes. Compilación de Edda Armas (Dcir Ediciones-Editorial Pretextos, 2019). Desde el año 2009 incorporó, en su propuesta poética, intervenciones de cuerpos con poemas. La propuesta de poesía en el cuerpo estuvo participando en White Street Project en Melbourne- Australia en el año 2014 formato light boxes.
Semblanza y fotografía proporcionadas por la autora.
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