Poemas de Dira Martínez Mendoza

 

 

La noche

 

 

 

La noche es un diluvio en las entrañas

 

columpiándose.

 

La noche es en el soñante

 

una esfera deshaciéndose

 

vociferando en el silencio

 

su canto.

 

Fallecimos como astros,

 

violentísima radiación sideral.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El primer llamado

 

es el del bosque

 

nadie sale ileso

 

de la voz del fuego,

 

es el bosque un primer impronunciable asombro niño,

 

 

 

a Dios lo encuentras

 

en las mínimas hojas

 

que trasladan las hormigas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cuál nombre puede sostenerse tras el paso de un huracán?

 

Dime qué hay de cierto en todo lo que se derrama.

 

¿Qué es lo que permanece después del vaivén líquido de todas las formas?

 

¿Cuál país puede ser el tuyo cuando ya no quede un nombre?

 

Hay que vestirse de amapola y de nenúfar

 

y de todo lo que estalla en pistilos con el aire.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fit nova Cycnus Avis

 

 

 

Dijiste:

 

un sol explota en la garganta, cuando la lluvia estremece la palidez de tus zonas blandas.

 

Que no quede hierro en tus pies, ni cadenas en tus manos,

 

el plomo deslizándose hacia paisajes dorados

 

más allá de los reinos nunca antes soñados.

 

 

 

Todo se deshace buscando la aurora.

 

 

 

 petición del alma

 

la verdadera justicia

 

no es ciega.

 

 

 

Equilibrio

 

es en la balanza

 

destructor de gravedad,

 

el plomo

 

convertido en oro

 

que ya no duele ni pesa.

 

 

 

Mecánica celestial

 

 

 

 

 

VIII

 

 

La Justicia

 

 

 

Una es la ley

 

 

el sable del amor

 

 

no tiene preferencias

 

 

causa y consecuencia

 

 

son la repetición del alma,

 

 

la verdadera justicia

 

 

no es ciega.

 

 

 

 

Equilibrio

 

 

es en la balanza

 

 

destructor de gravedad,

 

 

el plomo

 

 

convertido en oro

 

 

que ya no duele ni pesa.

 

 

 

 

 

 

 

 

XXI

 

El Mundo

 

 

 

Había llegado el tiempo de los geranios

 

síntesis del absoluto

 

de quien podía sentir

 

todas las hojas del otoño

 

caer en su regazo.

 

 

 

Botánica universal

 

el verdor que se desliza

 

en la piel humana de los bordes

 

en la piel humana

 

de los silentes astros

 

 

 

Y se mueve, se mueve

 

como quien en la danza

 

da un salto en lo alto

 

 

 

Subíamos en lo cuántico

 

sin despegar

 

los pies de la tierra

 

mecánica de lo celeste

 

la brasa que arde en los ojos,

 

en la cámara diminuta del corazón.

 

 

 

La Aurora del nuevo mundo

 

naciendo.

 

 

 

La cuadratura del circulo

 

 

 

Cuerpo espesor, no temo a tu muerte: he sobrevivido a todas.

 

 

 

Una ola choca contra la orilla sin desesperación, simple rutina.

 

Piedras lisas y brillantes erosionadas por la constancia del beso del agua. 

 

Antiguas montañas mirando

 

 el panorama

 

allí permanece su silencio.

 

Me ubico al este, al sur, al norte, al oeste

 

en el espacio otra es la dimensión del mapa.

 

el mapa nos mira al revés, al derecho,

 

somos estos ojos detrás de los ojos

 

vamos caminando descalzos sus relieves y tachaduras

 

pequeños trenes se desplazan desde nuestras manos

 

buscando asidero en geografía tierra firme

 

solo existe en los suburbios de nuestras mundanas necesidades.

 

 

 

Los faros de Hopper aparecen titilantes en la desesperación del naufragio

 

hasta localizar nuevamente luz sin artificios

 

hemos llegado a la estación de los azules

 

mago del espectro vibrando a la máxima frecuencia de las variaciones del fuego

 

en la Gran Obra

 

 

 

|La densidad de la gravedad no es un cuento de camino |

 

 

 

Dira Martínez Mendoza. Licenciada Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela) Especialista en Estudios Avanzados en América Latina (Universidad Complutense de Madrid). Colaboradora en revistas culturales y fanzines. Cuenta con un libro publicado (N)aves por la Editorial Pirata Cartonera. Forma parte de las antologías Mi país es un Zombi- Antología postmortem (Editorial Casamanita- México); Prometeo 97- La paz se escribe sobre lava (Revista Prometeo- Revista Internacional de Poesía en Colombia); Antología Literaria Internacional "Poesía Hembra" (Perú, 2014); 102 poetas Jamming (Oscar Todtmann editores); Revista Poesía número 160 (Universidad de Carabobo, Venezuela); Nubes. Compilación de Edda Armas (Dcir Ediciones-Editorial Pretextos, 2019). Desde el año 2009 incorporó, en su propuesta poética, intervenciones de cuerpos con poemas. La propuesta de poesía en el cuerpo estuvo participando en White Street Project en Melbourne- Australia en el año 2014 formato light boxes.

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por la autora.

 

 

 

 

Escribir comentario

Comentarios: 0