Sincirlis, Mincirlis y Microsincirlaquis

 

Introducción

 

   El presente cuento forma parte del libro Cuentos Populares Griegos, publicados por Jean Pio, (Profesor de la Universidad de Copenhague) en 1890.

   El libro compila 25 cuentos de la región de Epiro, 11 de la región de Astipalea, 5 de la región de Tinos y 6 de la región de Siros, todos ellos reunidos por el filoheleno anticuario austriaco Johhan Gerog von Hahn, quien en 1947 fue nombrado cónsul de Austria en Ioannina y más tarde se estableció en Syros. Fue en ese tiempo que obtuvo varias libretas de estudiantes de secundaria y de gente sencilla donde se encontraban cuentos, narraciones con una escritura explícita cuyo objetivo era conservar las historias y costumbres de los pueblos cuyos conocimientos se habían heredado de forma oral, el objetivo de llevar la palabra hablada en la palabra escrita.

   Johhan Gerog von Hahn eligió 114 cuentos, los cuales entrego al editor Wilhelm Engelmann ya traducidos al alemán y éste los publicó en Leipzig en 1964. Posteriormente Johhan Gerog von Hahn conoció al profesor de Filología Clásica Universal de la Universidad de Copenhague, Jean Pio, el cual estudió los manuscritos y procuró su publicación para la conservación del idioma original.

   Su alumno y después colaborador Ramón Manuel Garriga y Noguéz, quien estudió latín, hebreo y griego clásico, fue el traductor de estos cuentos del griego a nuestra lengua castellana en 1890.

   En los manuscritos que entregó Johhan Gerog von Hahn a Jean Pio no aparecen los nombres de los autores, es por ello que en la publicación que consto de 200 ejemplares, estos escritos en la traducción de Ramón Manuel Garriga han quedado anónimos.

 

   El cuento que les presentamos pertenece a la región de Epiro.  

 

 

 

Hugo de Mendoza

 

 

 

 

 

 

Sincirlis, Mincirlis y Microsincirlaquis

 

      Había un joven á quien llamaban Sincirlis, Mincirlis y Microsincirlaquis. Pasando cierto día por una callejuela vió en una ventana elevada una muchacha llamada Heliogénita (1), y al momento se enamoró de ella con tal vehemencia que no podía andar. Llegado con harto trabajo á su casa, se tiró sobre el colchón exclamando:

      «¡Madre, el alma; madre, el corazón; madre, la cabeza; madre, el amor me ha embargado; madre, hoy voy á morir; madre, Heliogénita arriba en la ventana!»

      Esto dijo segunda y tercera vez gritando y murmurando entre dientes. Su madre le preguntó qué tenía, y cuando oyó que sufría todo aquello por Heliogénita, lo refirió al momento á su marido y convinieron en enviar sirvientas á casa de ésta. Asi que llegaron las muchachas y llamaron á la puerta, preguntó ella: «¿Quién llama?» Contestaron: «Somos las criadas de Sincirlis, Mincirlis y Microsincirlaquis. En seguida Heliogénita dijo: «¡Corred á abrir, muchachas!» y abiertas las puertas, entraron. (Sincirlis, Mincirlis y Microsincirlaquis se había disfrazado de criada y entró con ellas á fin de verla y escuchar lo que respecto de él diría).

      Así que subieron, ofrecióles para asientos sillas de oro, y al cabo de un rato comenzaron á decir que las había enviado Sincirlis el cual deseaba tomarla como esposa. Al oír tal cosa Heliogénita, les dijo que las manos de Sincirlis eran escardillas de su jardín, los pies azadones de sus campos y la lengua espátula de su escusado. Mandó á las doncellas le dieran esta contestación, con lo cual se marcharon, y él desalentado se arrojó sobre el colchón gritando con más fuerza que antes: « ¡Madre, el alma; madre, el corazón; madre, la cabeza; madre, Heliogénita; madre, ¡esta noche me muero!»

      Entonces su madre le aconsejó que fuese á consultar á las hechiceras é hiciera lo que le dijesen. Fué, pues, y les habló así: «Esta pasión tengo: ¿qué debo hacer para apoderarme de ella?» «No te preocupes, le contestaron; ponte un traje de mujer, vas á su casa, llamas y ella preguntará ¿quién llama á la puerta? ¿Y tú le respondes: «Yο soy tu prima de San Donato (2)  y vengo á que me enseñes á bordar».

      Además las hechiceras le dieron maleficio diciéndole: «Ahí tienes el hechizo; así que entres, abrazas y unges primeramente á Heliogénita y después á las criadas; y á la noche, luego que hayáis cenado, comenzará el hechizo á apoderarse poco á poco de ellas, y entonces! exclamas: «¡Ah! Todas, todas las aves duermen juntas; y yo, ave solitaria, ¿con quién dormiré?»

      Ella te contestará: «Calla, calla, prima mía, que tú te quedarás con las criadas;» mas tú le replicas: «¿Yo, hija de un rey, he de quedarme con las criadas?» Te dirá entonces que con las niñeras, y poniendo tú igual reparo, por fin exclamará: «Calla, prima mía, ya te quedarás conmigo». Te conformas, y esperando que se duerma, la tomas y huyes».

      Hizo Sincirlis al pié de la letra lo que le aconsejaron las hechiceras, y apoderándose de la joven se la llevó dormida á su propia casa. Mientras la tenía en sus brazos ella exclamaba: «¡Ay! ¿Dónde estáis, niñeras y criadas, que os contaré lo que he visto en sueños? Me parecía estar en los brazos del bestia Sincirlis». «Pues en los míos estás», le dijo. Cuando Heliogénita comprendió que así era en verdad, se heló de espanto y no articuló ni una palabra más. Después se casaron y vivieron felices; pero nosotros los somos más que ellos.

 

 

1)     Significa Hija del Sol (Nota del traductor)

2)     Ciudad fuerte del Epiro

 

 

 

Autor anónimo de la región de Epiro, Grecia

 

Traducción de el Doctor Ramón Manuel Garriga

 

El presente cuento fue tomado del libro Cuentos Populares Griegos, publicados por Jean Pio, (Profesor de la Universidad de Copenhague) en 1890

 

 

Ramón Manuel Garriga Nogués (Vich, Barcelona, España; 1835 — Barcelona, España; 22 de febrero de 1906) fue un catedrático, filólogo y helenista español, rector de la Universidad de Barcelona entre 1900 y 1901.

 

 

Ficha tomada de Wikipedia.

Hugo de Mendoza (Guadalajara, México, 1976). Es poeta y editor. En 2002 fundó el colectivo Literagen. En 2009 editó la revista de crítica literaria El Golem. Ha publicado los libros de poemas Danzar del Agua (2009) y 34 Episodios de Piscis (2010). Ha impartido talleres de creación literaria en escuelas secundarias. Algunos de sus poemas han sido traducidos al portugués y al inglés. Coordinó los ciclos de Crítica de la poesía y narrativa en México y dirige el encuentro de poetas Vértice en el Tiempo. Es director editorial de la Revista de literatura El Golem.

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