HAY MÚSICA EN EL BARCO
Hay música en el barco
y una cauda de historias
paralelas.
Nadie sabe lo que piensa
el hombre en altamar
mientras come sardina fresca
con cerveza de lata.
Habrá que ahondar
en su rudo corazón,
El que embalsama y guarda
a 200 nudos.
A su regreso viene fortalecido
por el aire de las tormentas
y contra todo pronóstico
se declara
fuerte por dentro
suave por fuera
como un fundido
entre agua y acero.
LOS PECHOS DE MAGALY
Los pechos de Magaly
son dos enormes girasoles
que penden de su cuerpo.
Atropellan desconocidos
y se desbordan sin recelo.
La cintura no es estrecha,
pero la curva de sus caderas
es como para entrar en la vida
y no salir sobria.
Su monte de venus…
un inmenso clavel negro.
Yo quisiera leer los pechos de Magaly
y encontrar a Dios entre sus piernas.
FIN DE FIESTA
Porque no tengo necesidad de
hablar
estoy callada.
Suena triste pero es más verdad que el silencio.
Anoche hablé hasta que me dolió la comisura
de los labios.
Pero anoche era un tigre.
Ahora soy aquella, la hija del hombre:
sin mañana
sin semilla
sin voz.
Sólo una idea perdida
entre la ropa sucia.
Silvia Tomasa Rivera. Nació en El Higo, Veracruz, México, en 1956. En su producción destacan los titulos Duelo de espadas (1984), Poemas al desconocido/desconocida (1984), Apuntes de abril (1986), El tiempo tiene miedo (1987), La rebelión de los solitarios (1990) y El sueño de Valquiria (1991). Recibió el Premio Nacional de Poesía "Paula de Allende", (Querétaro, 1987) y Premio Nacional de Poesía "Jaime Sabines" (Chiapas, 1990), entre otros galardones.
Semblanza y fotografías tomadas de la página web elem.mx
de la página cronicacampeche.com
y de la página personal de la autora en Facebook.
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