A las orillas de un río, un monje tibetano se encontró con un pescador que cocía en una marmita una sopa de pescados. El monje, sin decir una palabra, se bebió la marmita de sopa hirviendo. El pescador le reprochó su glotonería. El monje entró en el agua y orinó: Salieron los peces que se había comido y se fueron nadando.
Este texto fue tomado del libro Antología de la literatura fantástica, realizada por Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo y publicada por Editorial Sudamericana.
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