Café de mediodía
Al desayuno me piden
poetizar el café…
como si fuese posible
antologizar su aroma.
Con Querétaro como paisaje
lo intento, camino de Zacatecas.
La tez de María, su color,
evoca Maragogipe, que, con Arábiga
sale Caturra…
Mientras otras variedades
del áureo grano
cosechado en mi tierra,
juegan al escondite
con mi memoria.
Huele a poema
como café amanecido
al mediodía de México.
Sol que cae cenital
en su pardo corazón frutal.
Su aroma de antología sea.
Humberto Avilés Bermúdez
Seis de diciembre 2017
MEDIODÍA
Luz, herida de sí
provoca sombras,
intenta ser invisible
cual raíz.
Acariciadas de viento
las hojas besan luz,
sudan clorofila…
esencial verdor.
Eterno caer
del color que viste
retoños para ser.
Sombras heridas de luz
cuando juega a ser sombra.
Cenital sol.
Mediodía vestido
con piel de luz en
corteza de árboles.
La otra mitad diurna
se desnuda de luz,
viste de negritud
hasta medianoche
cuando raíz de luz
destierra sombras.
Es mediodía rumbo
a sí.
2 de septiembre y 22 de octubre de 2019
PRECISIONES
El tiempo le trae
a este oficio
más dudas…
Balbucear es
de alguna manera
un arrepentimiento
que no logra ser…
Hablar a tientas
es oficio de sombras
pero siempre nos acerca
al deslumbramiento
dejado
por la palabra precisa,
ciega de luz.
2 de septiembre de 2019
DE VARIA LUZ
Alba que amanece.
Aurora matutina
inunda futuro de mañanero
resplandor.
Mediodía cenital
cegadora luz vuelta ciega
ella misma…
rumbo a la tarde
oculta y crepuscular,
convicta y confesa
de ocaso.
5 de septiembre y 4 de octubre de 2019
INSOMNIA
Y salí a respirar la noche
borracho de insomnio.
Solo aspiré
hilachas de día,
rezagos de lluvia
en la oscuridad.
Reseca de humedad
vigilia insospechada,
resaca sombría
se apoderó de la luz
por vivir.
Volví hacia atrás
lo respirado…
una chispa de sol
aquel carbón atrapado
en mi pecho.
El primer trago de
aguardiente navegó
en el torrente de mi sangre,
olió mis años…
se acomodó para soñar
que yo dormía.
Mientras la noche
borracha de insomnio
aspiró mis días…
hilachas de amor
en rezagos del tedio
que no sueña.
4 y 22 de octubre de 2019
EBRIEDADES
…”de ciega luz, regalo de ángeles ebrios”…
Transparencia, poema de Hernando Guerra
… de ciega luz;
regalo de ángeles ebrios…
casi como nosotros,
los ensombrecidos por
el poema que nos habita
lleno de soledad
para ser libre.
15 de octubre de 2019
BORDE CON GOTA
Quedarse al borde…
Ser lluvia sola,
gota en punta
de precipicio.
El color translúcido
de la hoja
renueva la vida
del instante.
17 de octubre de 2019
VIDA
He vivido tanta muerte
que llegado mi turno
de morir
esperaré que pase.
Haber nacido en Granada
de Nicaragua…
Al pie del volcán
no bajo él,
como Lowry acuñara.
Escribir desde los trece años
dictados de una sirena
encarnada ciudad…
Primero de olvido
por años de silencio
perfilado,
estigma tras estigma,
enmudecido.
Buscar la simpleza…
Estética consigna, crueldad
de oficio si arte, más.
Poner de pie
al silencio frente
al ruido del vivir…
Naufragio de dolores
en océanos impuros
de antigua libertad…
Palabra pulida
en el gesto de escribir
ponerle color a la luz
como si de corporeizar
su espectro se tratase…
Otras edades en
precipitados silencios
impone la vida.
Solamente así quizás
posible sea
dejar pasar el turno
de a quien le toque morir.
NOTICIA
I
Acta notarial decimonónica -1840-
revela destino de algunos huesos
que alguna vez fueron esqueleto
de Pedro Calderón de la Barca;
su acta exhumatoria señala que
guardados en recipiente de cristal
fueron en cripta de iglesia derribada
después.
Particionada osamenta,
algo de la cual se halla
en Iglesia de Nuestra Señora
de los Dolores, madrileña calle de
San Bernardo, desde 1902.
Otra porción quedó en la
Parroquia de San Salvador,
Calle Mayor, donde sepultado
fue en 1681. Hoy cruce
de Calle Mayor y Señores de Luzón
en callejero madrileño.
II
Y pensar que la vida es sueño,
y los sueños , sueños son…
Yo viví en la casa donde
Pedro Calderón de la Barca
vivió y murió, Calle Mayor 61,
primero y único. Madrid.
En lápida junto a mi balcón
vive su leyenda,
cuya lectura por los turistas,
abrumadoramente orientales
del Japón, incomprensible
admiración para mí
como habitante de la casa,
despertaba.
Calderoneana imagen soñada
por mi resucitada memoria
cuando constato nota periodística
dadora de cuenta del destino
partido de los huesos de Don Pedro
sepultados bajo el cruce de unas
calles madrileñas.
Junio de 2021
Humberto Avilés Bermúdez. Granada, Nicaragua,1953. Poeta y Escritor. Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca. Doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Complutense de Madrid. Docente de postgrado en varias universidades centroamericanas durante más de quince años. Premio de poesía Universidad de Navarra, con el poemario “Hipótesis del amor”, 1979. Finalista del Primer Concurso de Poesía Botón Charro (Salamanca), por el poema “Tríptico de la noche” Ganador del Premio “Andrés Bello” (2018), por la Fundación Andrés Bello y la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid, reconocimiento a toda su obra y trayectoria intelectual. Tiene publicados poemas y artículos en distintos medios impresos y virtuales tanto de España como de Nicaragua.
Libros publicados:
● Perfil del Olvido. Antología Personal (1976-2012).Foro Nicaragüense de Cultura, 2013
● Estigmas de silencio. Poemas (1971-1976). Editorial Amarante, 2014.España. Segunda edición: Amerrisque, 2015.Nicaragua
● Poética de la simpleza. (2014).Editorial Amarante. España. 2da. Edición, Amerrisque, 2015. Nicaragua
● Escritos de la sirena. Poemas (2013-2016). Foro Nicaragüense de Cultura.2016
● Antología Mínima. (2018) Editorial “El Suri Porfiado”. Argentina
● Color de Luz. Ediciones Hespérides. Argentina,2019
● Escritos Constitucionales (1999-2010)
Fotografía y semblanza proporcionadas por Humberto Avilés Bermúdez.
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