ANDO AMARGO
Ando amargo
amo y aborrezco
bruta belleza
borracha me bebe
caen calendarios
duelen diademas
Éramos éxtasis
forasteros fáciles
ganábamos gestos
heterónimos hacinados
islotes ínfimos
irradiábamos juegos
jaqueábamos kioscos
Kaleidoscópicos lamíamos
lumbres medrosas
mediaslunas nieves
nefandos opalescentes
ósculos para parir
por quemaduras quilométricas
raspones rubios
saltamontes salitrosos
tiempos terribles
Ululábamos uvas
venusinas ventisqueras
wagnerianas wellingtonias
xilofonaban xilografías
y yacentes yelmos
en yugulares yedras
zozobrábamos
zanates zonzos
zapallos que zarpan
al zen
NI HABLAR*
Mas
si debemos buscar
el hablar del habla
en lo hablado
debemos encontrar
el hablado puro
en lugar de tomar
indiscriminadamente
un hablado cualquiera
Un hablado puro
es aquél donde la perfección
del hablar propio de lo hablado
se configura como destilación
incitante
Lo hablado puro
es el poema
Lo demás
perfeccionadas vocaciones
*Tergiversación de “El habla” en De camino al habla, Martin Heidegger, trad. de Yves Zimmermann, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1990)
ANOMIA
Días de indefinición
éstos
de la extraexistencia
justo subnostálgicos
hipercrudos
megapuntuales
pluriconcretos
Y la gota
categórica
agorera
agonizante
protagónico bólido punzante
reza:
tic tac
tac
tic
tic
tac
tac
tic
Que el reloj se ha roto
y la nariz de tu solar
va ausente
y no se asombra:
es puente
Dime
¿No te muerdes
la lengua
al verme?
¿Has decidido
seguirte impune
impasible
inmaculada
hacia tu olimpo
como quien deja
de desear
lo que no es suyo?
Ay, lo roto del decir
más dice
mientras maldice
y te completa
Ay
BULLYING
A las metáforas poderosas
se les puede hacer un agujero
para que se hundan
en sus divagaciones
Y a las sintaxis bailarinas
hay que meterles zancadillas
con la clara intención
de verlas dar un salto
semiolímpico
No hay comas que puedan
contener un encabalgamiento
si sabe nadar de golpe el
agua fría de su aliento
Y un pensamiento
parece carne confiable
que en el fondo de sí
yace rima descompuesta:
un vaso de agua
con vuelta de tuerca
Hoy la espesura de los adjetivos
quiere darme una lección
antiminimalista:
varios rayos solares
atraviesan su follaje denso
artísticamente artificial
y se desinflan
Pero en secreto
las palabras no mueren:
por su elástica ley
―escurridiza maravilla
de adaptación―
superan cualquier
“chillen putas”
ecológicamente:
dicen su pura
proteica resiliencia
en descarada cascada
mutante
hablan en lenguas
del oculto manantial
su bisbiseo
latente
ESCRITURA NO CREATIVA
Keneth revela que tuvo sexo con 100 cadáveres
sin supersticiones por el sistema decimal,
mujeres de la calle con apodos varios
la “Muerte sin fin”
la “Tarde o temprano”
la “Tía Chofi”
la “Prima Águeda”
la “Juárez-Loreto”
la “Salamandra”
la “Fuensanta & Co.”
etc. etc.
Si no hubiera estado alcoholizado
cuando iba a trabajar
nunca lo hubiera hecho,
añadió
Me gustaba drogarme con crack y beber alcohol
antes de llegar a mi trabajo
Kenneth fue condenado
por ultraje de cadáveres
luego de revelar que tuvo sexo
con una chica de 19 años,
fría pero aún inédita
Aún hoy
se desconocen los alcances
de este abuso
Habrá que esperar
unos cien años
CONFERENCIAS
A Marcela Arévalo
Acostumbro ver las calvas
cuando asisto a conferencias
que no tienen un pelo
de interesantes
Y me asaltan maniacas
modas de contar su número
ver patrones Rorschach
en sus contornos
trazar teorías
o al menos descaradas
genealogías
sobre el correspondiente
tamaño de la nariz
la población de las cejas
o la ausencia de berrugas
‑esos seres no amenazados
de extinción
Estas y otras dudas
peripatéticas me asaltan
como si de un búnker
sobre un peñasco
alguien a otro búnker
gritara:
Hey, ¿hay alguien ahí?
Pero las calvas
siempre se imponen
Su gravedad a la Foucault
aterroriza
Sus armonías a la Schönberg
desconciertan
¿Será su brillo natural
o producto de alguna cera?
¿Tendrán sus costuras
algún mensaje frenológico
o manifestarán sus gestos
alergias al bisoñé?
Nadie sabe
nadie supo
nadie en este poema
lo vio
todo es un amplio
desconocido fruto
de lo que algún sapo
teorizó
Pero como a la ocasión
la pintan calva
mejor pongo mis barbas
a remojar:
atención a los conferencistas
no vaya a perderme
en este divagar
de alguna alta
profecía
Ni hablar del peluquín
LA SILLA
EXDISCÍPULO
CONTEMPLACIÓN
Rodolfo Mata es autor de los libros de poesía Parajes y paralajes (1998), Temporal (2008), Qué decir (2011), Nuestro nombre (2015), de la plaquette Doble naturaleza (2015), y del poema electrónico Silencio vacío y Pronombres. Ha traducido a escritores y críticos brasileños como Haroldo de Campos, Paulo Leminski, Rubem Fonseca, Dalton Trevisan, Antonio Candido y Clarice Lispector, y es coautor de las antologías Ensayistas brasileños: literatura, cultura y sociedad (2005) y Alguna poesía brasileña 1963-2007 (2009, reed. 2014). Es investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM donde ha publicado ensayos sobre la obra de José Juan Tablada, las relaciones entre las vanguardias literarias y la ciencia, y la literatura en medios digitales. Mantiene el sitio José Juan Tablada: letra e imagen, el blog Qué decir y, con Diego Bonilla, la página de poesía electrónica Bio Electric Dot donde se encuentra su más reciente poema electrónico Big Data.
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