Poesía de Perú: Luis León Velásquez

De Caja negra

 

4

 

Un hombre se bañó

en el chorro de la manguera

su piel fue quemadura de tercer grado

se cuenta que una mujer retó a la manguera

ella quería vengar al hombre

y distraía a los niños en carnavales

pero los niños la cogieron y la mataron

aún hoy se oye el chorro de la manguera

bañar espaldas puras.

 

 

14

 

Giramos

habilidad de la noche

manotazo

desmayos y plegarias

subir y subir para olvidar

tan necio

sismo

el cabello es perseguido

atributo de labio

en el cuello los sonidos.

 

 

16

 

Pregunta

interrupciones

y no desmaya sumisión

ojo en el caudal se llena culpable

desde el día que nos vimos hasta el día que nos vieron.

 

 

20

 

El me confesó que sacaría a su mamá del cementerio

la incineraría y colgaría las cenizas en el espejo retrovisor

era ambicioso

si yo tuviera dinero aprendería a manejar y compraría un camión

y te tendría de copiloto

iríamos a otros países 

pero por favor no bebas porque yo cerraré los ojos y chocaremos

aceptamos avergonzados

y chocamos.

 

 

22

 

Un huevo cae del nido

el alma del pajarito se posa al costado de su mamá

ella llora a cada rato

ella es alcohólica

todos en su familia murieron borrachos

yo quisiera salir del mapa y volar

e imaginarme ser alguien que sonríe

pero mamá se tumba boca arriba

y su pecho es picoteado por el alma de su hijo.

 

 

23

 

Mi mejor grito fue a los cinco años

una lámpara cayó en mi cabeza

la radio anunciaba el silencio

y con él di un paseo

¿ya he dicho que todo es negro

y dónde está la lámpara?

empiezo a recordar mi mejor grito.

 

 

28

 

Yo golpeo a mi mejor amigo y

su padre le pega a mi papá

yo le robo a mi madre vodka

mato al gato que me arañó

mi mejor amigo me golpea y

vomito sobre mi padre

robo la comida del perro del barrio

me ha mordido en la pierna y los chicos de por ahí

sonrientes

desdibujan el sereno rostro de mi madre.

 

 

45

 

Una noche en la fiesta

un hombre murió

lo habían acusado de incendiar una tienda de golosinas

yo compraba caramelos ahí

él era mi amigo

él quería un poco de paz

yo lo miraba negando con la cabeza

aquel día me mostró baldes con gasolina

yo negaba con la cabeza

le dije que un hombre murió

él cerró los ojos y sonrió en la fiesta.

 

 

49

 

Lloré el cielo un poquito para adentro

y el timbre goteaba intenciones

y abriste la puerta y tus ojos giran en los míos

yo me deshice

lloré el mar un poquito para adentro

me dejé guiar por la sangre

de tu abrazo

de tu cosmogonía

y de tu color favorito.

 

 

52

 

Una noche te dije que vendería mi sangre

y escaparíamos

te invité un poco de licor

llegamos a la última baranda mareados

mil pisos abajo

ya no sé para qué el dinero de la sangre

excusas para tu sonrisa

tus golpes

y beber otra vez e intentarlo otra vez.

 

 

56

 

Qué temerario cuando compras el pan

y la sonrisa por los parientes muertos

pero qué gracia al verme en el espejo dormitando

¿cómo mantener la paz si hablas tan bien de la vida?

sigue corriendo que las ambulancias y bomberos nos alcanzan

entra al cuarto y arroja los vasos llenos de agua

ya no es necesario colocar dinamita en el parque

ya no es necesario pensar el amor ni la muerte

ya no es necesario salir de casa.

Luis León Velásquez (Lima, 1983). Ha publicado los poemarios: Absolutamente nada (2008), Bástate alegría (2011), Caja negra (2021), Proyecciones (2022).

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Luis León Velásquez.

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