Canto del hombre errante
Vuelvo a hojear
tus rutas
canto
hundido en el alba
El corazón
enfermo de momentos
Y LAS CIUDADES
MUERTAS A MIS PLANTAS
Pendientes
de las grúas
los crepúsculos
se ahorcan
en los puertos
Y las mujeres
de nuestros adioses
se deshilan
en todas
las sirenas
Mar lacerado de hélices
en tus noches
raídas por los faros
la solemne complicidad
de yertos horizontes
y el golpear de las millas
sobre nuestras espaldas
Cuando la noche
de nuestra partida
se deshaga
en la ausencia
sobre tus tardos pies
levantaremos
estatuas de lunas
heridas
Y en los cafés insomnes
donde los pianos
fuman
su fastidio
opresos de distancia
elevaremos
el canto
de los linotypos
En vano persiguiendo
nuestro nombre
seguiremos
el sol
de otros
letreros
Por los caminos verticales
con ELLA
en otro sueño
caminaremos
a los días descubiertos
en el mapamundi
de otra voz
LEJANAS AGONÍAS
DEL SILENCIO
Canto del vagabundo
Caminos
túneles de la noche
que ven pasar
las búdicas ventanas
La policía
descubre en los horarios
el anagrama
ritual de las esquinas
dinamitadas
de carteles
por donde
se extravía
el flamarazo
de las pantorrillas
LA OVACIÓN DE LOS CLACSON
HACE LA TARDE SIN MURALLAS
Chaufer
ganador del gol
de las ciudades
llévame a Nueva York
para comprar
sonrisas
y miradas
en el trust imperialista
que se perfuma
de cinematógrafos
Atropellado
a la distancia
llévame a Leningrado
a recoger el sueño
de Alejandra Odinsova
virgen de la
superestructura
que cosió
en el incendio
de las barricadas
el overol audaz
de nuestros hijos
alimentados
con ciegas palabras
Cantan los organillos
pedazos
del crepúsculo
de Babilonia
recordando
los pueblos azotados
por la catástrofe
de los siglos
Y las calles
esculturas
obreras
siguen su marcha
indiferente
desmelenadas
por el rumor
de los motores
POLVO DE LOS MILENIOS
Se teje así
la danza
de aquella
Sulamita
hecha pedazos
por la geografía
Por las calles
quebradas
de noticias
echamos a rodar
nuestro cansancio
CHARLOT
último dios
creador
de sueños nuevos
puedes al fin reír
El tiempo es nuestro
SOMOS LOS VAGABUNDOS
DEL ASFALTO
Canción telegráfica
Vera Rosenthal
¿De qué lado caían tus miradas
cuando el dolor del mar
se ahondó en tus senos?
En las mañanas canta
un pájaro mecánico
En las tardes de trenes
corren hacia vencidos panoramas
Asciendes sobre el vértice
audaz del horizonte
y pasas
por el centro de la noche
Mujer de todos los adioses
clavada en cruz
sobre el silencio
de las mortales travesías
Esta canción
tendida en la distancia
engalane
las sombras siderales
Ediciones nocturnas de tus ojos
ausentes de palabras
En las ciudades
fueteadas
de clamores eléctricos
tu sonrisa
recóndita
va adelgazando
el cielo
Caricias vagabundas
de las olas
NEW YORK
PARÍS
BERLÍN
Y las noches
frenéticas
del trópico
se apuntalan
con un fusil
Me moriré
en tu nombre
Para errar
sin camino
en el adiós
Poema del mar geométrico
En las alas del faro
la noche está crucificada
el mar arroja el mundo
A NUESTRAS PLANTAS
El cóncavo grito
de la sombra
se ahoga el horizonte
y una
ebriedad de senos
canta
en la desnudez del viento
Humo de travesías
Hombre de cien paisajes
encenderé la noche
en tus pupilas
Contra mi pecho vertical
desbarato el encono
de las olas
y oigo
crujir tu carcajada
mujer cedida al tiempo
en el estrago
de las travesías
MAR ERRANTE
AZOTADO DE GRITOS
DE PARTIDA
MIS PASOS MEDIRÁN
TU CUADRATURA
Y EN LAS NOCHES INTACTAS
HE DE ESTRECHAR
TU MANO
ENTRE LAS MÍAS
Ciudad número uno
Ciudades
que inaugura
mi paso
mientras
los ojos de ella
secuestran
el paisaje
EL GRITO
DE LAS TORRES
EN ZANCADAS
DE RADIO
Los hilos
del telégrafo
van colando
la noche
Y en las últimas
cartas
regresó
la distancia
Y con la
boca abierta
el crepúsculo espera
que se resbale
la primera estrella
Las aceras El balcón
se enredan de su adiós
a mi planta se entrega entero
en una conversión
En las esquinas
las muchachas inéditas
han encendida
los voltaicos
Y el recuerdo
metido
en los eléctricos
va diciendo
los nombres
retrasados
Un vals en el exilio
remendando de notas
de colegio
Y
cruzando de brazos
el HOTEL
lacrado con el grito
de todos los países
y un pobre
tiempo viejo
¡Esa ciudad
ES MÍA!
Y mañana
la arrojaré
a puñados
al camino de hierro
Estos poemas fueron tomados del libro Germán List Arzubide, poemas estridentistas, publicado por Editores Unidos Mexicanos, en coedición con ISSSTECULTURA, Mexico, 1986.
Germán List Arzubide nació el 31 de mayo de 1898, en la ciudad de Puebla, estado de Puebla (México), y falleció el 17 de octubre de 1998, en la ciudad de México. Fue un destacado poeta, escritor, periodista, político y revolucionario mexicano.
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