Ahora que se ha volcado la clepsidra,
que el porvenir, este caliente sol,
surge ya detrás de mí, con los pájaros
regresaré sin dolor
a Bellosguardo: ahí descansé mi garganta
sobre la verde guillotina de verjas
y de un eterno rosa
vibraban las manos, desvestidas de flores.
Oscilante entre el fuego y los olivares,
brillaba Octubre antiguo, nuevo amor.
Muda, afilaba el corazón
al corte de impensables cometas
(ya vecinas, ya nuestras, ya lejanas):
ataúdes aéreos, montículos nevados
de mi joven mañana, del sol.
*
Se ha quedado ahí abajo, caliente, la vida,
el aire color de mis ojos, el tiempo
en el que ardían en el fondo de cada viento
manos vivas, buscándome…
Se ha quedado aquella caricia que no encuentro
más que entre dos sueños, infinita
mi sabiduría hecha trizas, y tú, palabra
que convertías la sangre en lágrimas.
Ni siquiera me llevo conmigo
un rostro, ya traspasado en otro rostro
como confía en el vino y consumido
en silencios encendidos …
Vuelvo sola
entre dos sueños ahí abajo, veo el olivo
róseo, sobre jarras llenas de agua y luna
del largo invierno. Vuelvo a ti que mueres de frío
en mi ligera túnica de fuego.
*
Amor, hoy tu nombre
se me escapó de los labios
como del pie el último escalón…
Ahora el agua de la vida está derramada
y hay que volver al pie
de la larga escalinata.
Te troqué, amor, con las palabras.
Oscura miel que hueles
desde adentro de las diáfanas tinajas
bajo mil seiscientos años de lava –
te reconoceré por el inmortal
silencio.
*
Devota como rama
encorvada por tantas nieves,
alegre como hoguera
en las colinas del olvido,
sobre hojas muy afiladas
con camisa blanca de ortigas,
te enseñaré, alma mía,
este paso de despedida…
*
El maestro del arco
Tú, Ausente que ha de ser amado …
término que huyes y nos persigues
como sombra de pájaro sobre el camino:
ya no te quiero buscar más.
Vibraré sin casi apuntar mi flecha,
si la cuerda del corazón no está tensa:
esto me enseña el maestro del arco zen,
él, que desde hace tres mil años, Te ve.
de La tigre Assenza (Adelphi Edizioni, Milano, 1991)
Traducción de Zingonia Zingone
Cristina Campo (1923-1977) fue una destacada poeta, traductora y escritora italiana. Fue este el nombre con el que la autora Vittoria Guerrini decidió firmar sus libros.
Nació en Bolonia y, debido a su débil salud, no pudo seguir los estudios escolares de forma regular. Su familia se trasladó a Parma y, en 1928, a Florencia. En el seno de una ciudad con tal ambiente cultural pudo formarse debidamente.
Fue en Florencia donde comenzó a relacionarse con figuras como Mario Luzi o Gianfranco Draghi, que la hicieron conocedora del pensamiento de Simone Weil, Gabriella Bemporad y Margherita Pieracci Harwell, que se encargaría en el futuro de la publicación de las obras de Vittoria.
Con una narrativa profunda y alejada de lo superfluo y lo literal, la autora prefirió firmar sus obras con nombres ficticios, pues su naturaleza solitaria la hizo evitar cualquier tipo de reconocimiento.
Tradujo a autores de habla inglesa como Virginia Woolf o John Donne y trabajó en diversas antologías.
Fue en 1956 que publicó su primer libro, al que siguieron muchos otros, entre los que se ha traducido al castellano Los imperdonables.
Semblanza tomada del sitio Lecturalia
Fotografía tomada de Wikipedia
Zingonia Zingone (Londres, 1971) es poeta, narradora y traductora. Escribe en italiano, español, inglés y francés. Sus libros han sido editados en España, México, Costa Rica, Nicaragua, Colombia, Italia, India, y Francia. Sus títulos de poesía más recientes son Los naufragios del desierto (Vaso Roto, 2013), Las tentaciones de la Luz (Anamá Ediciones, 2018), El canto de la Sulamita – Poesía Reunida, (Uniediciones, 2019), El viaje de la sangre (Huerga & Fierro Editores, 2021), y La pajarera sin redes (Domingo atrasado, 2022). Entre sus trabajos de traducción destacan los últimos dos libros de Claribel Alegría: Voci (Samuele Editore, 2015) y Amore senza fine (Fili d’Aquilone, 2018). Es fundadora de los talleres de poesía FreeFromChains y consejera editorial de la revista literaria mexicana “El Golem”.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Zingonia Zingone.
Escribir comentario