Poesía de Mario de Andrade

Improvisación del joven muerto

 

 

 

Muerto, suavemente él reposa sobre las flores del féretro.

 

 

 

Hay momentos así en que nosotros vivimos

 

Esta vida de egoísmos y de rudas luchas,

 

Se cansa de cosechar deseos y preocupaciones.

 

Entonces se detiene un instante, suelta el murmullo del cuerpo,

 

La cabeza perdida cesa de imaginar,

 

Y el olvido llega suavemente.

 

¿Quién goza entonces las rosas que lo rodean?

 

¿La vista agradable que estorba el automóvil?

 

¿El pensamiento que lo hace héroe?

 

El cuerpo es como velo puesto sobre un mueble,

 

Un gesto que se detuvo en medio del camino,

 

Gesto que nosotros olvidamos.

 

Muerto, suavemente, él se olvida sobre las flores del féretro.

 

 

 

No parece que duerma, ni digo que tenga sueños felices, está muerto.

 

En un momento de la vida el espíritu se olvida y se detiene.

 

De repente se asusta con la bulla del coro a su alrededor.

 

Sintió despecho y no se movió más.

 

Y ahora nunca se volverá a mover.

 

 

 

¡Vete! Enhorabuena, ¡vete! Enhorabuena, ¡joven difunto!

 

¡Oh, vete, enhorabuena, que ya no te conozco!

 

¡No regreses de noche a cruzarte en mi destino

 

A la luz de tu presencia y tu deseo de pensar!

 

¡No vuelvas a ofrecerme tus osadas esperanzas

 

No me pidas para tus sueños la conformación de la Tierra!

 

¡El universo muge de dolor en el brillo del incendio,

 

Las inquietudes se cruzan en el aire alarmadas,

 

Y es enorme, insoportable, mi paz!

 

¡Mis lágrimas caen sobre ti y eres como el sol roto!

 

¡Cuánta libertad en tu olvido!

 

¡Cuánta firme independencia en tu muerte!

 

¡Oh, vete, enhorabuena, pues ya no te conozco!

 

 

 

 

 

El poeta come cacahuate

 

 

 

A Carlos Drummond de Andrade

 

(1924)

 

 

 

Noches pasadas de olores y calores apiñados

 

Fue el sol el que por todo el inmenso territorio de Brasil

 

Estuvo marcando de moreno a los brasileños.

 

 

 

Estoy pensando en los tiempos de antes de que yo naciera...

 

 

 

La noche era para descansar. Las blancas carcajadas de los mulatos...

 

¡Silencio! El emperador medita sus versitos.

 

Los Caramurús conspiran a la sombra de los mangos olvidados.

 

Sólo el murmullo de los "creo-en-dios-padre" hermanaba a los hombres de mi país...

 

Una ocasión los canhamboras se dieron cuenta que ya no tenían más esclavos,

 

Por esa razón mucha virgen-del-rosario se perdió...

 

 

 

Pero el desastre verdadero fue emperifollar esta República precoz.

 

La gente aún no se sabía gobernar...

 

De progresar, progresamos un poquito

 

Pues el progreso también es una fatalidad...

 

¡Que sea lo que Nuestro Señor quiera!...

 

 

 

Estoy con deseos de desastres...

 

Con deseos de Amazonas y ventiscas

 

Apoyándose en los batientes de las puertas...

 

Tengo deseos de guitarras y soledades sin sentido

 

Tengo deseos de gemir y de morir.

 

 

 

Brasil...

 

Masticado en la sabrosura caliente del cacahuate..

 

Hablado en un lenguaje infantil

 

De palabras inciertas en un zangoloteo dulzón, melancólico…

 

 

 

Salen lentas frescas trituradas por mis dientes buenos…

 

Mojan mis labios que dan besos derramados

 

Y después semientonan sin malicia los rezos bien nacidos…

 

 

 

Brasil amado no porque sea mi patria,

 

Patria es azar de migraciones y de pan-nuestro donde Dios lo dé…

 

Brasil al que amo porque es el ritmo de mi brazo aventurado,

 

El placer de mis descansos,

 

El balanceo de mis cantigas, amores y danzas,

 

Brasil que soy yo porque es mi más graciosa expresión

 

Porque en mi sentimiento pachorrudo,

 

Porque es mi modo de ganar dinero, de comer y de dormir.

 

 

 

 

 

Por la noche de los rumores espaciados

 

(Junio de 1929)

 

 

 

Por la noche de los rumores espaciados

 

En este silencio que me libera del momento

 

Y acentúa la debilidad de mi ser fatigadísimo,

 

Me acerco a mí mismo

 

En el espanto ignorante con que la gente se aproxima a la muerte.

 

 

 

Mi espíritu cruje atravesado por dolores sin relación,

 

En un dolor unido tan violentamente físico,

 

Que me siento transformado en rodilla hincada,

 

La luz excesiva del estudio deshace la caricia del objeto,

 

Un frío de viento viene y me pisa como un contacto,

 

Todo me choca, me hiere, una angustia, me lleva,

 

Estoy viviendo ideas que en sí son ya destinos

 

Y no escojo más mis visiones.

 

La apariencia es de calma, lo sé. Diríase que las naciones viven en paz...

 

Hay un sueño exhausto de reposo en todo,

 

Y una ciega esperanza, cantando benditos, mendiga

 

A favor de los hombres algún bien que no vendrá...

 

Me siento rodilla. Hay en mí un vasto arrepentimiento.

 

Digo que todos los siglos

 

Se atrasaron deliberadamente en el camino,

 

Me esperaron, y los empujo ahora como buey fatal.

 

 

 

Me siento culpable de millones de siglos inhumanos...

 

Millones de siglos inhumanos me hicieron, te hicieron, hermano,

 

Y por la noche de rumores espaciados

 

¡No quiero escuchar el consejo que desciende de los rascacielos del Norte!

 

¡Sé que tendremos un tiempo de horror más fecundo

 

Que las rapsodias de la fuerza y el dinero!

 

Será como un estallido...

 

Los puestos aislados de las ciudades

 

Se responderán en alarmas rabiosas,

 

Salidas de las casas iguales y de la incuria de los dueños de la vida.

 

Hemos de ver muchos hermanos cruzar la frontera.

 

Habrá pan gratis muy sospechoso

 

Las salas de improviso se llenarán de discusiones apasionadas,

 

Muertas al día siguiente en desastres que desconozco.

 

Será tiempo de esfuerzo caudaloso,

 

Será humano y será también espantosísimo...

 

Sólo habrá mujeres que no serán ya nuestras mujeres.

 

Los niños han de estar sin confianza catalogados en fila,

 

Y los hombres morirán violentamente

 

Antes de que llegue el tiempo de la vejez.

 

 

 

 

 

Traducción de Miguel Ángel Flores

 

 

 

Estos poemas pertenecen al libro Más que carnaval, antología de poetas brasileños contemporánea, publicada por Editorial Aldus, México, 1994.

 

 

 

 

 

 

 

Mario de Andrade (Sao Paulo 1893-1945) fue un notable poeta y periodista brasileño. Iniciador del movimiento Modernista dentro de la literatura de su país, corriente que se fija a partir de 1922. Es el célebre autor de Macunaíma (1928), novela señalada como fundamental dentro del corpus literario del Brasil del Siglo XX.

 

Fue un pianista precoz y un lector voraz de poesía francesa, lengua que llegó a dominar a la perfección. Un lamentable incidente familiar lo aleja de la música, por lo que se centra en el recogimiento que las palabras le proveen. Fue también musicólogo y fotógrafo. A él se deben importantes estudios del folclor musical nordestino; además de exhaustivos análisis de la música del barroco en el gigante sudamericano.

 

Su segundo poemario, Paulicéia desvairada (1922), significó una revolución en la lírica brasileña, hasta ese momento muy atenida a los moldes y temas europeos. Otra novela de Andrade es Amar, Verbo Intransitivo (1927).  Entre sus libros de relatos se cuentan Primeiro andar (1926), Belasarte (1934) y Os filhos da Candinha (1943).

 

En 1930 Mario de Andrade se opuso a la dictadura de Getúlio Vargas, hecho que le valió cierto confinamiento en vida, y una escasa repercusión después de su muerte.

 

 

Fuente biográfica: La Jiribilla, revista de cultura cubana

 

Fuente fotográfica: Dr. Maríllia Jönkh

 

 

Miguel Ángel Flores (1948-2018). Nació en la Ciudad de México el 2 de febrero de 1948 y falleció el 18 de enero de 2018 en su ciudad natal. Ensayista y poeta. Estudió Economía en el IPN. Ha sido profesor en la UAM–A. Colaborador de Casa del Tiempo, Comunidad, Diálogos, El Gallo Ilustrado, La Cultura en México, La Gaceta del FCE, La Vida Literaria, Proceso, Punto de Partida, Revista Universidad de México, y Unomásuno. Becario del CME, 1972. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1980 por Contrasuberna, poemario que se incluye en la compilación Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1978-1987, Joaquín Mortiz/Gob. del Edo. de Aguascalientes/INBA, 1997.

 

 

 

Fuente de Semblanza: Coordinación Nacional de Literatura (INBA).

 

 

 

Fuente fotográfica: Secretaría de Cultura (México).

 

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