Poesía de Silvia Goldman

diccionario

 

 

 

hay un diccionario que intenta definir un sentimiento

 

como si se tratara de una casa

 

entra en la casa y observa las vigas

 

las imagina en el piso

 

lo que pasaría entre el piso y la piel que aplastarían

 

quiero decir que hay un diccionario

 

cuya definición de un sentimiento

 

es una casa y la imaginación de su derrumbe

 

 

 

quiero escribir que el derrumbe coincide

 

con el levantamiento de la casa

 

en algún punto durante la imaginación

 

 

 

quiero escribir un sentimiento que sea su imaginación

 

antes de derrumbarse

 

 

 

lo que podría pasar con el adentro cuando la casa esté afuera

 

para saber cuándo entrar

 

 

 

(de lo que se hereda es la orfandad, inédito)

 

 

 

 

 

lengua

 

 

 

¿cómo se sale de acá si una casa es siempre una lengua haciéndose?

 

(de lo que se hereda es la orfandad, inédito)

 

 

 

 

 

visita

 

 

 

me meto en partes lejanas de mí

 

reporto lo que no dice la lengua

 

 

 

una hebra de mi pelo es una punta que me vacía

 

es lento encontrar mis pies

 

pueden ser la punta vacía de algo

 

su manera de caer hasta lo nuestro

 

he perdido mi boca

 

 

 

recuerdo el verde no como un color

 

sino como el tacto que disminuye el golpe

 

 

 

lo contrario de lo que no duele es duelo

 

 

 

una madre tiene que ser el cuerpo quieto y solo de una hija

 

 

 

tener piso en el cuerpo supone una visita

 

 

 

vos creés que tu madre te visita pero musicalmente es tu hambre

 

 

 

(de lo que se hereda es la orfandad, inédito)

 

 

 

 

 

roles

 

 

 

mi madre es el padre de mis hijos  

 

la única zona que hay

 

es una parte del lenguaje que alcanza mi mano

 

debajo de las sábanas

 

en los otros cuartos están las partes

 

con las que no nací

 

 

 

el padre de mi madre no sabe cómo mirar el sol

 

sin cerrar su ojo izquierdo

 

baja del resplandor casi llorando

 

eso lo heredé yo en el derecho

 

 

 

a la cara de mi padre puedo ir sólo con un ojo cerrado

 

 

 

para llevarme la mano de mi madre a la cara

 

basta con conocer mi cara y llevarla

 

lejos de la cara de mi padre

 

 

 

tengo mis pies pero están adentro de mi cara

 

imperturbables

 

 

 

(de lo que se hereda es la orfandad, inédito)

 

 

 

 

 

proximidad

 

 

 

la relación que guarda la mesa con la silla

 

es de futuro

 

de dónde viene la belleza de la voz de la silla

 

y el aislamiento de la voz de la mesa

 

no es asunto de nadie

 

cada tanto una mano quiere tratar este asunto 

 

entra en el aire

 

hace circular a los objetos

 

los reparte entre la mesa y la silla

 

si cada una asume ese peso en forma individual

 

no es por complacencia sino por miedo

 

a no poder ampliar de otra forma su belleza

 

 

 

cada objeto lleva debajo de sí este miedo

 

y a alguien que lo observa a la altura de lo que se va a romper

 

por eso ante su proximidad

 

algo como un tacto les sobresale

 

 

 

(de lo que se hereda es la orfandad, inédito)

 

 

 

 

 

Génesis del duelo sobre la profundidad del tacto

 

 

 

dos grandes pozos separaban las manos

 

si una quería llegar a la otra

 

tenía que meterse adentro del pozo y esperar

 

a que la otra viniera y la sacara
para hacerlo la otra tenía que meterse

 

en la oscuridad de su propio pozo

 

eso ninguna lo sabía

 

y ahí se quedaban

 

ciegas en sus fondos

 

aferradas a la vanidad de lo quieto

 

por donde sólo pasaba la separación

 

ni un cariño

 

familiar

 

antiguo

 

podría haberles amputado esa distancia

 

 

 

(de tocar, inédito)

 

 

 

 

 

camino

 

 

 

comienza a llover esta vez

 

desde la ventana más diáfana

 

no por aquí

 

curita de luz sobre el pezón dañado

 

 

 

una conversación puede ser un golpe

 

si no hay nadie

 

 

 

el pensamiento un labio que se encoge

 

su manera queda adentro

 

es corta

 

 

 

sos niña y llevás un vestido blanco

 

tus rodillas están en el camino

 

con los dedos te enseñan a taparlas

 

igual que a los pezones

 

sos la forma directa de talar el árbol

 

lo sabés y quisieras esconderte entre tus dedos

 

vamos juntas al origen de ese miedo

 

lo ponemos adelante

 

lo hacemos cerrar sobre sí mismo

 

hacerse una mujer en serio que camina

 

 

 

ahí donde el pan es una pérdida

 

cortás tu desnudez

 

 

 

una mano es un camino que te gusta

 

 

 

(de tocar, inédito)

 

 

 

 

 

siguiente árbol

 

                                                                                         

 

veo mi siguiente árbol

 

no es tan duro esta vez

 

el aguacero que le cuelga no quiere

 

pero viene a mi frío

 

 

 

¿qué futuro hay ahora que se queda quieta la lengua

 

y se ocupa de cosas que tiritan

 

ajenas al flujo de mí?

 

 

 

cuando bajes por fin me voy a sacar el vestido

 

lo voy a sostener contra mí

 

y quedarme a la altura de lo que va a caer

 

 

 

escribo de esto también en otro clima

 

más blando donde estás

 

en la parte entera de mi mano

 

 

 

ahora estoy yo y el retiro de uno de mis gestos

 

 

 

(de tocar, inédito)

 

 

 

 

 

herida

 

 

 

yo doblé tu ropa como se dobla un llanto

 

oliendo lo que había que hacer cada vez más despacio

 

 

 

(de lo que se hereda es la orfandad, inédito)

 

 

 

 

 

precisión y fundación de la crisis

 

 

 

sé que no comiste

 

porque quedó todo en la mesa

 

como un cielo raspado

 

abandonaste la capacidad de darte alimento

 

entendiste lo elemental

 

la enfermedad ésa que nos dábamos

 

 

 

¿qué calma hemos

 

de tener ahora Ana?

 

hablo como del odio

 

su pertenencia

 

hablo como del día en un seno

 

se trata de nombrarlo

 

como en ese pequeño sueño donde dejás tus zapatos

 

para que yo me los ponga y lo hago

 

no hay explicación ni interesa

 

que sean tuyos

 

y que vos seas tan chiquita

 

el sueño no explica

 

cómo alcanzo a ponérmelos

 

probablemente ahí yo ya soy vos

 

pero el sueño tampoco explica esa transformación

 

es como el silencio

 

que prescinde del bochorno de las palabras

 

 

 

(inédito)

 

 

 

 

 

poética

 

 

 

I

 

donde el cuerpo reposa es inútil poner el poema

 

 

 

II

 

no me doy de comer en la infancia porque no quiero crecer

 

 

 

III

 

dice ella que quiere pedir perdón pero eso no es lo que necesita el poema

 

 

 

IV

 

es el propio aire que lo atrasa

 

 

 

V

 

habitamos el silencio para decir que

 

hay no

 

 

 

(inédito)

 

 

 

 

 

Chagall

 

 

 

me hago cargo

 

me cuento el desalojo

 

me soy mi pertenencia

 

cuando me apoyo en el brazo caigo al lado

 

de un animal que se para en mi voz

 

pero esto no es un cuadro de Chagall

 

no hacemos colores con las tazas musicales de la carne

 

colgamos bosques en los próximos acá

 

 

 

dejamos de correr

 

 

 

(inédito)

 

 

 

 

 

sometimiento

 

 

 

al someterse al ruido de los árboles

 

los cuerpos empujan hacia abajo

 

como si quisieran estrellar alguna de sus partes

 

ya más cerca del suelo comienzan a hacerse las preguntas

 

que no se hicieron antes

 

 

 

¿las palabras usan sólo tu boca o toda tu cara?

 

 

 

(inédito)

 

 

 

 

 

persona

 

 

 

una intuición de decir no antes que el lenguaje

 

es mi cuerpo

 

 

 

¿te das cuenta de que caduca la emisión de los pronombres?

 

 

 

ya no podemos decir yo

 

no sería verosímil

 

 

 

(inédito)

 

 

 

 

 

corte en la apreciación del poema

 

 

 

I

 

me gusta el verso donde dejás caer tu brazo

 

y lo preparás para la quemadura

 

yo como lectora sé que el brazo ya cayó

 

siento la quemadura

 

este logro tuyo es sutil sin duda

 

sucede entre ciertos /silencios/ polos silenciosos

 

la mano terminaba en la cicatriz: era un mandato y te llevás a los nenes

 

pienso que no en lo sensorial sino en lo anecdótico

 

éste es el comienzo del poema

 

pero esto no está en la superficie

 

exige un recorrido

 

trazar palabras

 

hacerlas ese hecho que después se va a pisar

 

 

 

lo que el poema espera es que ponga mi brazo ahí 

 

que sea yo la que firma la nota

 

yo la que le ruegue al padre que se los lleve

 

 

 

II

 

en el poema hay una ventana

 

por donde edificás el aire y lo cargás

 

de cercanías

 

las vocales domestican el sonido del

 

bolsillo izquierdo en el que el padre

 

aturdido

 

chirriante

 

guarda la nota recién firmada por la madre

 

 

 

III

 

el error en el interior del poema fue

 

cuando escribiste nosotros y te cortaste

 

 

 

(inédito)

 

 

 

 

 

 

 

 

Silvia Goldman es poeta, docente e investigadora. Ha participado en diversas antologías como Llama de amor viva: XXII Encuentro de Poetas Iberoamericanos  (Antología en homenaje a San Juan de la Cruz, 2019), Árbol de Alejandra  y Poeta en Nueva York: Poetas de tierra y luna. Sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano, portugués, árabe, bengalí, hebreo, montenegrino y finés. Publicó los libros Cinco movimientos del llanto (Hermes Criollo),  De los peces la sed, (Pandora Lobo Estepario), miedo (Axiara ediciones), árbol y otras ansiedades (Isla Negra), Ese eco que une los ojos, (Almud ediciones), en colaboración con Esperanza Vives y Juan Alcota, y Voz hasta el principio (Editorial Efímera). En 2020 obtuvo un accésit en el Premio de Poesía FILLT 2020, asimismo, fue finalista del VI y VII Premio Internacional de poesía “Pilar Fernández Labrador”, y del Premio Internacional de Poesía “Paralelo Cero 2020”. Es doctora en Estudios Hispánicos por la Universidad de Brown y enseña en la Universidad de DePaul en Chicago. Participa del proyecto “Poetic Education for the World” y co-conduce el programa radial de poesía “Flashback”. 

 

 

 

 

 

Semblanza y fotografías proporcionadas por Silvia Goldman

 

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