Alfonso Chase, entrevista por Marjorie Ross

Juegos Florales de Quezaltenango 1966

 

 

 

Alfonso Chase: Primer premio en poesía

 

 

 

 

 

Somos un largo corredor vacío

 

que no recorre nadie,

 

una frente rota de la que saltan

 

pájaros, llamas o fantasmas.

 

Alfonso Chase

 

 

 

Autodefinición del solitario. El mismo poeta del lenguaje propio y definitorio, a través de toda su obra, extraordinariamente fecunda para un joven de 20 años.

 

 

 

    Alfonso Chase es dueño de las palabras que utiliza en su poesía: tiempo, cuerpo, espejos de transparencia de rosa, todas son suyas y, al decirlas, se le nombra.

 

 

 

    Su poesía es laberinto, es angustia, y es, ante todo, poesía pura: “se cubren los árboles de hojas diminutas que simulan ser pájaros, ser manos, ser labios”. “Horas para que el silencio crezca como secretas hierbas”. “Fabricamos historias, con retazos de asombros infantiles”.

 

 

 

    Chase, en su búsqueda auténtica por la palabra exacta que describa su mundo y represente al sujeto, logra lo que se propone: una armonía de intuición poética, de sensibilidad creadora y de instrumento preciso.

 

 

 

    Es por eso que no nos sorprendió en absoluto el hecho de que le fuera concedido el Primer Premio en Poesía en los Juegos Florales de Quezaltenango, certamen en el que participaron casi todos los poetas costarricenses. Alfonso Chase se merecía, por su libro Árbol del tiempo, el primer lugar. (M.R).

 

 

 

 

 

 

 

Marjorie Ross: La conciencia del propio valor, el análisis sereno de la obra, permite al poeta conocer la calidad de su poesía. Por eso, porque no creemos en falsas modestias, queremos preguntarte si fue una sorpresa o una confirmación la noticia del premio.

 

 

 

Alfonso Chase: Haber ganado el primer premio fue una sorpresa. Pero yo tenía confianza en que el libro estaba bien elaborado y era fruto de ese trabajo. Considero que Árbol del tiempo señala un nuevo camino en mi poesía. Temía, eso sí, el efecto de algunos cambios introducidos en él a manera de experimentación.

 

 

 

Marjorie Ross: El momento de la creación, ese momento que puede tomar cronológicamente mucho tiempo, produce en el poeta una satisfacción inmensa que queda en la memoria. El recuerdo de su obra y de las vivencias que materializó, reside en el poeta para siempre. Sabiéndolo, le pedimos a Alfonso que nos hable de su primer libro.

 

 

 

Alfonso Chase: Considero que mi primer libro Los reinos de mi mundo, expresa vivencias de niño y adolescente. Mis primeros encuentros con la experiencia amorosa, la vida y la naturaleza, pero principalmente conmigo mismo: “terciopelo de luz la tarde clara y el mudo corazón, nube ligera, pero ¿el amor?, solo un instante, y la noche al corazón tiende su puente”. Además, hay en él la búsqueda de un estilo, una lucha con la palabra y un modo de expresión propio.

 

 

 

Marjorie Ross: Y, ¿Árbol del tiempo?

 

 

 

Alfonso Chase: Fue escrito durante el año 1965 y parte del 66. Refleja la búsqueda de un tiempo perdido, el encuentro con “paredes empapeladas de historias que nadie se atreve a contar”. A pesar de cierto tono melancólico, hay una reconciliación con la vida. Retrata la diaria sensación de asombro, el amanecer después del sueño. Utilizo una temática diferente a todo lo anterior; y por primera vez hago poema largo. Hay más audacia en las metáforas y un enfoque más franco y sincero de mi contacto con el mundo.

 

 

 

Marjorie Ross: ¿A qué atribuye usted el reconocimiento que le hizo el jurado guatemalteco, a pesar de que su poesía no es fácilmente accesible a todos?

 

 

 

Alfonso Chase: Considero que el ser popular no implica, necesariamente, ser el mejor.

 

 

 

Marjorie Ross: Cuando a pesar de que el sueño es un suicidio, vive en nosotros el amor a la vida, el futuro se presenta, más que como una expectativa, como una realidad. Preguntar por él, es preguntar por el presente.

 

 

 

Alfonso Chase: Actualmente escribo una novela psicológica de diálogo interior, sobre las contradicciones de la clase media y sus problemas íntimos. Trato de reflejar en ella la realidad sociocultural de nuestro país. Está inscrita con un lenguaje incisivo y algunas veces crudo, siempre tratando de no engañarme a mí mismo. Luego de que la termine –siempre dentro de mi plan de trabajo–, espero salir de Costa Rica y viajar a Estados Unidos y Europa, porque considero que es imprescindible que los jóvenes conozcamos nuevas costumbres y observemos otras culturas. Sin embargo, quiero volver a Costa Rica y aportar lo que pueda al desenvolvimiento cultural del país.

 

 

 

 

 

(La Prensa Libre, San José, 30 de agosto de 1966).

 

 

 

 

 

Marjorie Ross nació en 1945 en San José, Costa Rica. Es escritora, poeta y crítica gastronómica. Además de miles de fascículos, artículos y columnas en periódicos y revistas, ha publicado más de veinte libros, en distintos géneros. Algunos de ellos han sido traducidos al inglés y al alemán.

 

Doctora en Educación, abogada y periodista, es especialista en cultura culinaria e historia de la alimentación.

 

Fue presidenta de la Asociación Costarricense de Escritoras (ACE), por tres períodos,  desde el 2002 hasta al 2008.

 

Ross recibió en 1997 el Premio Nacional por la Equidad de género Ángela Acuña Braun, de prensa escrita. En el año 2002 y en el 2009, se le otorgó el Premio Nacional de Literatura Aquileo Echeverría. En el 2008  se le adjudicó el Premio Nacional Pío Víquez de periodismo, por la labor de una vida en diversos medios de comunicación (prensa escrita, radio y TV). 

 

En el 2024 se le entregó el Premio de Cultura Magón 2023, máximo galardón de la cultura costarricense, que se otorga una sola vez en la vida.

 

 

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Marjorie Ross

 

 

 

 

 

Alfonso Chase (Cartago, 1944) es uno de los escritores costarricenses más relevantes e influyentes. Participó activamente en la fundación de la Universidad Nacional (UNA), de la cual fue catedrático, y en la que se desempeñó como profesor de talleres literarios, asesor cultural de la Rectoría, docente e investigador en la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje y director de Extensión del Centro de Estudios Generales, entre otros cargos. Asimismo, ocupó puestos de diversa naturaleza en varias instituciones de Costa Rica, entre las que se pueden citar la Editorial Costa Rica (ECR), la Asociación de Autores (AACR) y el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes (MCJD), del cual fue cofundador en 1970. Poemas y relatos suyos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, portugués, ucraniano, polaco, serbio, ruso y griego moderno, entre otros, e incluidos en numerosas antologías de poesía y narrativa. Premio Nacional de Cultura (1999) por su trayectoria artística de vida, Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en las ramas de poesía (1967 y 1995), cuento (1975), novela (1968 y 1995) y ensayo (1986); Premio de Periodismo Cultural (1987) y Premio Carmen Lyra de literatura infantil y juvenil (1978). El 1° de diciembre de 2022 recibió la distinción Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Costa Rica.

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Alfonso Chase

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