Reseña de Daniel Hurtado

Dignificar el cuerpo en la memoria

 

 

 

 

 

Carmen Nozal. En esta honda oscuridad (Restos de la Guerra Civil Española). Los libros del perro, 2024, 69 pp.

 

 

 

Porque sólo hay una forma de hacer justicia a las víctimas del pasado:

 

Impedir que haya víctimas en el presente.

 

 

 

Juan Mayorca

 

 

 

Las palabras son un vehículo de trascendencia vital para encontrarnos. Forman parte de los límites entre nombrar lo que en nuestra memoria existe y aquello que las posibilidades de lo cotidiano nos permiten. A través de ellas podemos compartirlo todo, expresarlo todo. En esta honda oscuridad (Restos de la Guerra Civil Española) de Carmen Nozal, obra galardonada con el XXI Premio Literario Naji Namaan 2023. Categoría: Premio de Honor, la memoria de Cesáreo Rodríguez Álvarez ¾soldado fenecido en batalla durante la Guerra Civil Española¾ nos habita desde sus primeras líneas:

 

 

 

Es difícil poner un nombre a algunas cosas,

 

nombrar, por ejemplo, lo que sucede en una fosa común.

 

 

 

Diría: osamenta, revoltijo, hedor, confusión, olvido,

 

alguna forma de flor silvestre creciendo silenciosa

 

mientras los gusanos podrían circunvalar esa creación

 

incrustada a la tierra y ensombrecida.

 

 

 

A lo largo de las cinco secciones que conforman este poema de largo aliento, encontramos a una voz lírica que enuncia no sólo la batalla asturiana del Monte de los Pinos en aquel lejano 1 de diciembre de 1936, donde los veinticuatro años de su tío terminaron; sino una fuerza que, a manera solemne de cantar de gesta, lanza un hechizo de palabras con el fin de dignificar el cuerpo de todas las personas que han padecido un estado de incertidumbre como este, es decir, una lluvia destellante que ilumina la memoria de los cuerpos y esclarece una búsqueda en algo más digno que el consuelo y la esperanza.

 

 

 

          En palabras del poeta Aurelio González Ovies, en este libro “la poesía le sirve, como a Cernuda, a Gloria, a Otero o a Carolina para exigir justicia y libertad” estos poemas “son testimonio de la bestialidad, de un ayer tan aciago como la historia misma” y es que existe un antes y un después de un conflicto bélico, de una dictadura, de una pérdida, de un duelo cargado de bemoles.

 

Aquí la llamada Guerra Civil Española es mucho más que un daño permanente o un latir constante en el abismo de los días. Aquí es un parche de piel permanente que crece sobre una herida y no encuentra su razón:

 

         

 

Murió vestido probablemente, con guerrera militar.

 

Sus botones no sé si eran dorados o de plata.

 

 

 

Ahí está mi abuela, sacándoles el brillo.

 

 

 

Estoy segura que antes de tocar el suelo,

 

lanzaron rayos de luz sobre las tropas fascistas.

 

 

 

Estoy segura que allá donde se encuentren,

 

siguen restregándose los ojos.

 

 

 

Los ojos nuestros no son los ojos de ellos:

 

 

 

los ojos desalmados, deambulantes,

 

solitarios guijarros del olvido,

 

diminutos planetas donde viven

 

visiones oscuras.

 

 

 

Es en la poesía donde habita la esperanza, es en la poesía donde existe la memoria a través de las palabras y el lenguaje es la herramienta que nos permite llegar a la luz, a todo aquello que en un sentido nos abandonó.

 

En todas nuestras búsquedas hay montañas de legajos que revelan secretos y es muy claro que no aparecen por ayuda divina: “Sé de su regimiento en infantería,/ que el batallón era el número ocho,/que el trozo de paraíso se había vuelto/ un pequeño horizonte de cañones y ametralladoras./ Los ataques llegaban desde el cielo./ Los cazas se lanzaban en picado./ ¿En dónde estaba Dios aquel día?/ La niebla disolvió los prados y labrantíos./ La niebla nos hace invisible al enemigo./ (Entre la niebla se oculta Dios)./ Y Dios estaba atado ese día, ese día sin pies/ para correr entre las bombas,/ ni dedos para acercar el horizonte/ y saltar al otro lado,/ y librarnos de todas mal.

 

 

 

En todas las familias, dichos secretos adquieren un carácter de revelados y, aunque la sabiduría popular dicte: “los secretos de familia, se llevan hasta la tumba” hay una posibilidad en el lapso, en la vigencia de la verdad. Su naturaleza es tal que entendemos que quizá no estamos preparados para saber lo que se silencia:

 

 

 

Ahora pude seguir mirando el universo

 

y yo inspecciono con la cabeza baja

 

las fechas, los párrafos, las caligrafías

 

de un legajo de documentos

 

que fui a buscar a Salamanca

 

y al fin veo su firma.

 

 

 

Con mi dedo índice

 

recorro su nombre mientras lo toco,

 

y por primera vez, físicamente,

 

me uno a él.

 

“Soy tu familia”, susurro, para no perturbarlo

 

y por fin sé que él me ha llamado y he acudido

 

a buscarlo debajo de las piedras.

 

 

 

Debajo de las piedras hay lamentos,

 

hay conversaciones silenciosas,

 

hay dedos que señalan

 

y puños alzados

 

debajo de las piedras.

 

 

 

Nozal no sólo logra hermanar(nos)se con la lucha de su tío, sino que resulta fascinante como nos muestra a través del ejercicio poético la labor fundamental de las palabras e incluso de la misma poesía y es: la traducción de la realidad, la fuerza de las palabras en poemas como Mi padre era fascista; Digamos, entonces, que y ¿Qué le pasa a la lengua cuando enmudece? que podemos observar, sentir, abrazar y trascender bajo su dirección, porque la poesía no se trata sólo de vanguardias, rimas o figuras retóricas, sino que va mucho más allá de las imágenes, va más allá de reclamar un cuerpo, este canto en su conjunto nos da una muestra significativa:

 

 

 

Ya sé que sólo reclamo el cuerpo,

 

Su alma la tengo en mi bolsillo,

 

Le doy la mano, camino junto a ella.

 

 

 

Ya sé que sólo reclamo el cuerpo

 

aunque me den un cráneo, tres dientes

 

y el fémur de alguna piedra.

 

 

 

No aspiro a la completud de su esqueleto

 

con sus 206 huesos,

 

sus 32 piezas dentales.

 

 

 

Pregunto por la ansiedad que sintió

 

al verse herido

 

sabiendo que nunca llegaría una ambulancia.

 

 

 

Pregunto por la palabra que dijo

 

mientras la sangre salía a surtidores.

 

 

 

¿Recordaría la imagen de su madre?

 

 

 

¿Tendría sed y, acaso, las nubes lo socorrieron?

 

 

 

Sería su fusil quien le tendió la mano

 

en su último suspiro

 

o fue la hierba quien dijo:

 

“Descansa tu palma en mí”

 

mientras los ciempiés se desplazaban

 

por la línea de vida con sus 24 años.

 

 

 

 

 

La justicia es un destino al que no siempre se llega de la manera más normativa, la impunidad en países como México se hace presente en sus diferentes formas, funciona como los estragos en la guerra, los silencios, el miedo a nombrar en su conjunto.

 

          Estamos ante la mirada de un canto a la justicia y la dignidad colectiva del cuerpo, pero también a los estragos que las guerras por el poder nos dejan y que el búnker de la psicología no sana.

 

 

 

Por ti abriré esta fosa

 

que está a punto

 

de dar a luz

 

al muerto

 

que llevo dentro.

 

 

 

P.D.

 

 

 

(Por los paseos de España esperan los cadáveres

 

a ser reconocidos,

 

diseminados, confundidos, pulverizados,

 

lejos de las tapias del cementerio,

 

a las afueras de los pueblos y de las ciudades,

 

esperan

 

sin acta de defunción,

 

aventados como desperdicios en las cunetas

 

mirando el ir y venir de los turistas,

 

mirando el ir y venir de los turistas,

 

mirando el ir y venir de los turistas).

 

 

 

 

Daniel Hurtado

 

Daniel Hurtado (Michoacán, 1996). Egresado de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Ha publicado poemas en antologías como ENPJ (2021), Entalpía:muestra de poesía (2022), Los conductos del fuego (2023) y en medios digitales como Tierra Adentro, Este País y Periódico de Poesía.

 

 

 

 

 

Carmen Nozal (España, 1964) Poeta hispanomexicana. Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM y egresada de la Escuela de Escritores de la SOGEM. En 2022 recibió la investidura de grado de Doctora Honoris Causa. Autora de veinte libros de poesía, teatro, cine y relato autobiográfico, entre los que se cuentan: Visiones de piedra, Premio Universitario de Poesía, UNAM, 1991. Vagaluz, Premio Nacional de Poesía Elías Nandino, 1992. Hacia los flecos del frío, Premio Nacional de Poesía Salvador Gallardo Dávalos, 1993. El espejo de Luzbel, premiado por la Universidad Veracruzana, 1994. En el reino de la luz y otros poemas, publicado por el Ateneo Jovellanos, por recibir el accésit de dicho galardón internacional, España, 1999. De la confesión nocturna. Finalista en el Premio Mundial de Poesía Mística “Fernando Rielo” 2020. Autora del cortometraje para animación Cuando Míster Cronos perdió el tiempo, premiado por el IMCINE y de Zona Cero: 286, testimonial sobre el sismo del 19 de septiembre, premiado por DEMAC. En 2022 Emilio Coco tradujo al italiano su libro A veces en la vida, publicado en Italia por Raffaelli Editore. En 2023 publicó Natural. También en ese año obtuvo el premio Naji Namaan en Líbano con el libro de poesía En esta honda oscuridad. En ese mismo año se publicaron dos antologías de su obra: Sobre la tierra en Nueva York Poetry Press y Samsara en el Fondo Editorial del Estado de México. En 1992 recibió la Medalla al Mérito Académico por la UNAM. Recibió el Pakal de Oro por su trayectoria. En 2023 obtuvo la Pluma de Nueva York Poetry. Asimismo, en 2023 fue homenajeada por la Real Academia Internacional de Arte y Literatura RAIAL recibiendo la medalla y la insignia de dicha institución. Ha sido traducida parcialmente al inglés, francés, portugués, alemán, bable, gallego, italiano, serbio, griego, y árabe. Fue incluida en la Enciclopedia de Escritores Asturianos. En 2024 recibió el Premio de las Letras de Asturias. Dirige el Encuentro de Poetas Iberoamericanos con sede en la Ciudad de México e imparte el Laboratorio de Poesía Hispanoamericana.

Fuente biográfica UAEH

Fotografía proporcionada por Carmen Nozal

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