Poemas de Asia Vaudo

Como el mar se vuelve a coser con el cielo

 

de noche, cuando muere la luz

 

que siempre – incendiando los bordes

 

de las cosas, haciéndolos

 

demasiado vivos – separa, reduce a la mitad, divide

 

yo me vuelvo a coser contigo

 

dentro de este amanecer tan tierno y rosado.

 

 

 

 

 

Llegará para nosotros un cielo

 

 

 

Llegará para nosotros

 

un cielo. Un cielo entero bajo el cual

 

el árbol de tu jardín

 

se abrirá y tus manos

 

serán su flor.

 

Llegará para nosotros

 

la lluvia a derretir

 

mis senos de piedra

 

no estarás hecho más que  

 

del azul de tus ojos

 

del mar y yo te pediré

 

– te pediré que me ames

 

Me rodearás toda

 

como el aire, como una plegaria

 

sin carne sin velos

 

agua buena

 

para mis cielos.

 

 

 

 

 

Tú eras

 

 

 

Tú eras

 

un viento tibio una nube

 

un aliento

 

un traje tan ligero

 

se pegaba

 

a tu mar oloroso

 

tú eras

 

algo vaporoso

 

 

 

 

 

Pulgar

 

 

 

Es leve. Es leve este mundo

 

me dijiste muchas veces. Todo pesa tanto

 

como tu pulgar. Creí toda la vida

 

tener un pulgar de plomo.

 

Tu amor me cabalga

 

como felino inconsciente – del saliente

 

como una vieja hacia su fe

 

de niña

 

el amor no es amor sin

 

ligereza

 

no es nada la rosa sin su espina

 

desde los tejados la teja roja sopla y humea

 

– aquí está, es una caricia

 

y el pulgar de repente se ha vuelto

 

una pluma. 

 

 

 

 

 

Deseo

 

 

 

Hoy soy la mujer más rica del mundo

 

poseo todo aquello que no pedí

 

en lugar de tu mano

 

se posó sobre mí – en la mejilla

 

una pluma de ganso. Solo miro

 

a este amor. No miraré

 

nunca más al mío.

 

El deseo – finalmente – se me rompe

 

entre las manos

 

– soy libre

 

 

 

 

 

Tú de mármol

 

 

 

Te abrazo – extasiada

 

entre mis manos tengo

 

– como de mármol

 

todas tus venas y tus nudos

 

 

 

 

 

No te quieres ir

 

 

 

No sabes cómo dejar la embocadura

 

negra de mis ojos.

 

Pero no me hablas – escuchas

 

el zumbido de las hojas y flores

 

en el viento azul.

 

Parece el mundo tan pequeño

 

en tus ojos – todo bueno

 

la vida que nunca llega a ser

 

muerte y se renueva cada

 

momento en ti mi flor

 

de poesía

 

Yo también soy una flor pequeña

 

puesta

 

como un nervio

 

en tu mano

 

vivo y siento tu amor en todas partes

 

como un grito lejano

 

 

 

 

 

Mar

 

 

 

El mar es mi destino

 

– como lo es el florecer

 

  y las quebraduras.

 

 

 

**

 

 

 

Mi boca se aferra

 

a las columnas altísimas

 

que son tus manos

 

me traen – tus manos

 

adentro de las manos

 

del cielo

 

 

 

me traen tus besos

 

siempre en lo verdadero, en el rosado vivo

 

del mundo

 

de mis mejillas en las que hurgan

 

tus dedos para ir

 

buscando – más adentro

 

todos los destellos

 

las salpicaduras los restos

 

de color – las palabras

 

de amor

 

 

 

el amor que siempre camina

 

en cada uno de tus lienzos

 

 

 

el amor perla

 

azul y vela

 

 

 

que tú explicas, pintor mío

 

para navegar por el mundo

 

y en el azul que te hechiza

 

te honra y sin embargo tú

 

siempre – en los drapeados –

 

te pido

 

¡llora – implora!

 

 

 

hasta que lo encuentres

 

hasta que cuele

 

entre manos antiguas

 

 

 

buen pintor – píntame

 

hazme digna otra vez

 

de la vida y mi voz

 

– ya no una pequeña criatura oscura

 

sola en el viento –

 

 

 

hazme ser de nuevo luz

 

de la luz más allá de todo

 

tiempo

 

 

 

píntame

 

en los labios besos

 

que aún no te he dado tráeme

 

en el vientre cansado

 

el trozo de color primordial

 

– de tus ojos –

 

él será nuestro niño bueno

 

y blanco

 

 

 

infinito

 

 

 

 

 

A san Francisco

 

 

 

Tus brazos tendidos son las ramas fuertes del árbol

 

que de primero se abrió para contener el cielo.

 

Francisco, me he muerto – en la carne

 

solo vivo con mis ojos

 

la vida, no estoy hecha más que

 

de las estrellas morenas que tiemblan en cielo

 

Francisco, estoy muerta – en el espíritu

 

yo, la que sabe que el mundo no existe, existe solo

 

el amor

 

Francisco, tal vez no estoy muerta

 

en el amor – todavía

 

quizás sienta esa fuerza

 

el ardor – quizás seas Tú quien me habla

 

en el mar, catedral mía,

 

en el leve fragor – blanco

 

del pájaro sobre la capa

 

de las olas

 

en los ojos negros, vastos

 

del animal cachorro

 

en la pluma del gorrión, en el oso, en el cerdo

 

abro los brazos al mundo – son ramas.

 

Ahora yo también contengo

 

toda la bóveda de este cielo redondo.

 

 

 

 

 

 

 

Traducción del italiano de Zingonia Zingone

 

 

 

Asia Vaudo (1998) es una escritora y poeta italiana.

 

Entre sus últimos títulos publicados se encuentran: la biografía A Mauro, falla finita! La vera storia del boss della banda del buco (CartaCanta Editore, 2023), la plaquette Storie di vecchi e di pane (Lamberto Fabbri, "i quaderni del circolo degli artisti", 2021), y el libro de cuentos Essere altro (Edizioni Ensemble, 2020). En 2020 ganó el Premio de poesía nacional “Innesto”; en 2022 fue finalista en el Premio internacional “Europa in versi” - sección jóvenes. Ha participado y participa a eventos y festivales en Italia. Es director artístico de la I y II edición del encuentro de poesía denominado “Poetry Village” en el Parque de la Caffarella en Roma.

 

Licenciada en filología moderna, actualmente trabaja en la prisión de Poggioreale en Nápoles, donde imparte talleres de poesía para los reclusos, en el ámbito del proyecto “FreeFromChains”, fundado por la poeta Zingonia Zingone. También colabora con Il Cenacolo delle Arti del editor Lamberto Fabbri entrevistando a los grandes autores de la literatura y el Arte.

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Zingonia Zingone

 

 

 

 

 

 

Zingonia Zingone (Londres, 1971) es poeta, narradora y traductora. Escribe en italiano, español, inglés y francés. Sus libros han sido editados en España, México, Costa Rica, Nicaragua, Colombia, Italia, India, y Francia. Sus títulos de poesía más recientes son Los naufragios del desierto (Vaso Roto, 2013), Las tentaciones de la Luz (Anamá Ediciones, 2018), El canto de la Sulamita – Poesía Reunida, (Uniediciones, 2019), El viaje de la sangre (Huerga & Fierro Editores, 2021), y La pajarera sin redes (Domingo atrasado, 2022). Entre sus trabajos de traducción destacan los últimos dos libros de Claribel Alegría: Voci (Samuele Editore, 2015) y Amore senza fine (Fili d’Aquilone, 2018). Es fundadora de los talleres de poesía FreeFromChains y consejera editorial de la revista literaria mexicana “El Golem”.

 

 

 

 Semblanza proporcionada por Zingonia Zingone

 

 

 

Fotografía de Rino Contiana

 

 

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