Un tramo sin pureza.
Mi sitio
es mi respiración.
Con el rumor de la hoja seca
el silencio
fue lo más puro que salió de ti.
Que pasamos las cosas sin tocarlas.
Y clamo por mi cáscara,
clamo por mi corteza:
persistente es lo fácilmente vulnerable.
Tu eres tu propia llama,
el propio muro
que detiene la furia de las olas,
avanzando ciega
a tu destino.
***
La bailarina decide
si gira acompasadamente
o escenifica
la memoria de su vida torcida.
Perdió los dos
espejos
en donde percibía
las partes de su rostro,
y entona la canción
de su descenso.
De su columna
sale una aguja
de hueso
que se entierra
en su carne,
pero procura ser
la niña de su abrazo.
Los suyos
son demasiado duros
para su propio bien.
La cara encierra
la magnitud del viento
aunque estuviera
viajando hacia sus madres.
La bailarina decide:
te llevaré a mis bosques
pero me siento
flor y fruto
y árbol talado a un tiempo
que aún pregunta
si de noche sale el sol.
***
“Nos escapamos
del sol”,
dice
la niña
de mi sangre.
Entonces digo:
“Gracias, infinito”
por hacérmelo
por hacérselo
creer.
¿Qué quiere
la espera
de mí?
No se
lo que el viento
sabe de mí.
Nos escapamos
del sol,
y yo
cumplo
literalmente
el deseo
de la niña
de mi sangre
sin ella
comprenderlo
del todo:
Abuela,
quiero
que pintes
una casa
para mí,
que pintes
una flor
para mí.
***
Quiero la soledad
más que la compañía
porque con ella
me entrego regocijos.
Porque el comercio
da poderes secos.
Árbol con luz de noche,
no se venir de ti.
Regresa a tu corazón
donde el lugar de la hoja seca
recuerda la humedad de la flor:
el viento me condujo.
Para extraerlas de sí
la mujer trata de hacer
una lista de palabras
que nunca llegó a decir.
Árbol con luz de noche,
no sé venir de ti.
En posesión de un drama,
tranquila ante el furgón del fuego.
***
Es incalculable
lo que he
perdido,
pero
me han dejado
una senda,
un lugar
por el
que avanzo
recto
y acompasadamente,
un universo
que se cerró
sobre sí
para mirar
al mundo
y ver
cuanta
bondad
lo habitaba.
La paz
que
lo adornaba
absorbía
pequeñas guerras,
y a veces
no lo comprendimos.
Quema
de los habituales
que yo
transformaré
en el esplendor
de los habituales.
“Ya conozco
una flor
que nadie nombra.”
La rosa
te cubre
la mano.
La rosa
te quema
la mano.
Las hojas
de los árboles
brillan
al sol
y se dejan
acariciar
por el viento.
Caridad Atencio. Fecha de nacimiento: 14 de febrero de 1963. Poeta, ensayista e investigadora Licenciada en Filología por la Universidad de la Habana en 1985.Trabaja como investigadora del Centro de Estudios Martianos desde hace 35 años donde ostenta la categoría de investigadora auxiliar.
Autora de los poemarios:
Los viles aislamientos (1996) Letras Cubanas, Los poemas desnudos (1995) Ediciones Mucuglifo, Mérida, Venezuela, (1997) Reina del mar editores, Cienfuegos y Letras Cubanas (2014), Umbrías (1999) Letras Cubanas Caridad Atencio, Los cursos imantados (2000) Ediciones Unión. Salinas para el potro (2001) Ediciones Extramuros, La Sucesión (2004) Editorial Letras Cubanas, Notas a unas notas para L.A. (2005), Editorial Unión El libro de los sentidos (2010), Letras Cubanas, Desplazamiento al margen (2018), Ediciones Extramuros El camino a casa, Selvi Ediciones, la Habana, 2020, además Historia de un abrazo (2019). Letras Cubanas.
Y de los libros de ensayo:
Recepción de Versos sencillos: poesía del metatexto, Editorial Abril, 2000, Génesis de la poesía de José Martí. Editorial Estatal a Distancia y Centro de Estudios Martianos, 2005, Costa Rica, Circulaciones al libro póstumo. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2005, De algunos poetas románticos mexicanos en Martí (2005) Instituto Mexiquense de Cultura, Toluca, Un espacio de pugna estética. Ediciones Matanzas, Matanzas, 2006, La saga crítica de Ismaelillo. Editorial José Martí. La Habana, 2008, Del agua refluyente: sobre los versos de La Edad de Oro, Ediciones Matanzas, Matanzas, 2011, Los cuadernos de apuntes de José Martí o la legitimación de la escritura, Ediciones Unión, La Habana, 2012 y José Martí: de cómo la poesía encarna en la historia, Centro de Estudios Martianos, 2014, José Martí y Lezama Lima: la poesía como vaso comunicante. Ediciones Unicornio, Artemisa 2015, y Editorial del Centro de Estudios Martianos (2018). De la escritura rota y restos de la memoria: apuntes en hojas sueltas de José Martí, Editorial Oriente, 2016 y Polvo de alas de mariposa como eslabón legítimo de la poesía martiana, Centro de Estudios Martianos 2023.
Ha recibido el Premio Pinos Nuevos en poesía en 1996, el Premio Dador en el año 2000 en ensayo, y el Premio Calendario en ensayo en 1999. Obtuvo asimismo el Premio Razón de ser en 2002. Recibió el Premio Dador del Instituto Cubano del Libro en el género de Poesía durante el año 2002 y el de La Gaceta de Cuba en el 2005.Premio de la Crítica Literaria 2010. Premio Dador de Poesía 2013. Recibió la distinción Gitana Tropical en 2014 y en 2016 la Medalla Raúl Gómez García. Posee la Distinción por la Cultura Nacional.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Caridad Atencio
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Benjamín A. Araujo M. (sábado, 26 octubre 2024 22:20)
Estupendo manojo de poemas, Caridad; digno de ser guardado.