Poemas de Raffaela Fazio

Chiaro il cammino, il destino

 

che mi ha condotto a te.

 

Ma quando ti ho raggiunto

 

ho perso

 

l’antico orientamento:

 

al cabotaggio

 

hai offerto come mappa

 

un labirinto.

 

 

 

 

 

Claro el camino, el destino

 

que me ha conducido a ti.

 

Mas cuando te encontré

 

perdí

 

la antigua orientación:

 

Al cabotaje

 

como mapa ofreciste

 

un laberinto

 

 

 

 

 

 

 

Ho cento modi per chiamare.

 

Con un fiocco

 

un neo

 

un profumo di stagione.

 

Gli uomini miei simili

 

rispondono al mio cenno.

 

Solo gli alberi del parco

 

non lo fanno.

 

Quando li chiamo

 

˗ se chiamo e sono altrove ˗

 

nulla si muove.

 

Come fiutassero

 

un vuoto, una finzione.

 

 

 

 

 

Tengo cien maneras de llamar.

 

Con un lazo

 

con un lunar

 

con un perfume de estación.

 

Mis semejantes

 

responden a mis señales.

 

Tan sólo los árboles del parque

 

no lo hacen.

 

Cuando los llamo

 

˗ si llamo y estoy en otro lugar ˗

 

nunca se mueven.

 

Como si olfatearan

 

Un vacío, un engaño.

 

 

 

 

 

Esercizio

 

 

 

Sono qui (come una volta a scuola)

 

a scomporre il difficile

 

in più innocue parti.

 

E sbaglio.

 

Invece di scindere il dettaglio

 

arto per arto, dovrei scavalcare

 

il cadavere riverso

 

non prenderti

 

parola per parola

 

 

 

ma uscire incontro al fuoco

 

saltando tutto il verso.

 

 

 

 

 

Ejercicio

 

 

 

Estoy aquí (como solía estar en la escuela)

 

para descomponer lo difícil

 

en pequeñas partes inocuas.

 

Pero me equivoco.

 

En lugar de separar los detalles

 

miembro por miembro, debería pasar

 

sobre el cadáver tendido

 

no desmembrarte

 

palabra a palabra

 

 

 

sino salir en busca del fuego

 

saltar sobre el verso

 

 

 

Del libro A grandezza naturale (Arcipelago Itaca, 2020)

 

 

 

 

 

Non crediamoci eterni

 

mi dice.

 

Io penso invece

 

che per vivere occorra

 

sentirsi immortali.

 

Per vivere occorre che amiamo

 

− sia attenti

 

sia arresi.

 

Ma il tempo inerente all’amore

 

è il presente.

 

 

 

 

 

“No debemos creer

 

que somos eternos”

 

me dice.

 

En cambio yo pienso

 

que para vivir es necesario

 

sentirnos inmortales.

 

Para vivir es necesario amar

 

− ya sea firmes

 

ya sea rendidos.

 

Mas el tiempo inherente al amor

 

Es siempre el presente.

 

 

 

 

 

Anamorfico II

 

 

 

Nessuna cosa immaginata

 

torna indietro.

 

 

 

Appena concepita

 

entra nel tempo, si dilata

 

per il piacere ambiguo di esser vista.

 

Infine destinata alla caduta

 

di nuovo si riduce

 

si fa muta

 

 

 

eppure mai si sveste

 

di un’anima sottile

 

 

 

 

 

Anamórfico II

 

 

 

Ninguna cosa imaginada

 

vuelve a regresar.

 

 

 

Apenas concebida

 

entra en el tiempo, se dilata

 

por el solo placer ambiguo de ser vista.

 

Finalmente destinada a la caída

 

de nuevo se reduce

 

se vuelve muda.

 

 

 

Empero, nunca se desnuda

 

de su ánima sutil

 

de su estupor.

 

 

 

 

 

Dopo millenni

 

ancora sabbia, ancora vetro:

 

cerchiamo il metro, la giusta misura

 

come se al centro

 

non fosse il desiderio

 

la strozzatura

 

che inverte il tempo

 

e irrisolto lo rinnova.

 

 

 

 

 

Después de milenios

 

aún arena, aún vidrio:

 

Busquemos el metro, la justa medida

 

como si en el centro

 

no estuviese el deseo

 

el estrecho

 

que invierte el tiempo

 

y -no resuelto- lo renueva.

 

 

 

 

 

Del libro Gli spostamenti del desiderio (Moretti e Vitali, 2023)

 

 

 

 

 

Tra le specie

 

Così insicuro l’uomo

 

così diverso

 

da tutto

 

se nel resto del creato

 

il primo contatto tra le specie

 

è fame, non stupore.

 

Ma l’uomo non è fatto

 

per la lotta.

 

Il suo indugiare

 

somiglia alla coscienza

 

o al suo sonaglio:

 

un salto

 

e poi la meraviglia.

 

 

 

 

 

Entre las especies

 

inseguro el hombre

 

diferente

 

a todo

 

si en el resto de la creación

 

el primer contacto entre especies

 

es hambre, no asombro.

 

El hombre no está hecho

 

para la lucha.

 

Su titubeo

 

se asemeja a la conciencia

 

o a su cascabel:

 

Un salto

 

y después la maravilla.

 

 

 

 

 

Del libro Tropaion (Puntocapo Editrice, 2020)

 

 

 

 

 

Opposti contigui

 

 

 

Come il sole cerca di notte

 

l’altro versante della terra

 

il familiare si sposta nell’ignoto.

 

Io e te che in guerra

 

lucenti ci amiamo

 

ora torniamo

 

a due paci lontane.

 

Lasciamo il letto

 

assolato e sfatto

 

come un assoluto che invano

 

cercherebbe un confine

 

come un dire infinito

 

che si ritira dal detto.

 

 

 

 

 

Opuestos contiguos

 

 

 

Como el sol busca en la noche

 

el lado oscuro de la tierra

 

lo familiar se desplaza hacia lo ignoto

 

Tú y yo que en la guerra

 

brillando, nos amamos

 

ahora atrás volvemos

 

como dos paces lejanas.

 

 

 

Dejamos el lecho

 

asolado y deshecho

 

como un absoluto que en vano

 

buscaría confines

 

como un decir infinito

 

que se desdice de lo dicho.

 

 

 

 

 

Affermano alcuni

 

che amare è guardare

 

in tempo reale

 

ciò che si è.

 

Per me invece

 

è vedere te

 

a dismisura

 

con dieci fusi orari addosso

 

come un gatto

 

grigio nero bianco marrone rosso

 

che a balzi esce da questo vulcano

 

e si porta sui baffi sul pelo

 

di tutto

 

nani giganti pesci con le ali carboni diamanti

 

e persino

 

le ragnatele del settimo cielo.

 

 

 

 

 

Afirman algunos

 

que amar es mirar

 

en tiempo real

 

aquello que uno es.

 

Para mí, en cambio,

 

es verte desmedido

 

con diez zonas horarias a espaldas

 

como un gato

 

gris negro blanco marrón rojo

 

que a saltos sale de este volcán

 

llevando en sus bigotes, en su pelo

 

de todo

 

enanos gigantes peces alados carbones diamantes

 

e incluso

 

las telarañas del séptimo cielo.

 

 

 

Del libro L’arte di cadere (Biblioteca dei Leoni, 2015)

 

 

 

 

 

Versión al español de Julio César Bustos y Raffaela Fazio

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Raffaela Fazio (Arezzo, 1971). Pasó diez años en varios países europeos antes de instalarse en Roma, donde trabaja como traductora. Licenciada en lenguas y políticas europeas en la Universidad de Grenoble. Se especializó en la Escuela de Intérpretes y Traductores de Ginebra. Posteriormente, obtuvo un Diploma en Ciencias Religiosas y una Maestría en Patrimonio Cultural de la Iglesia de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En el campo de la iconografía, publicó Rostro de fe: una breve guía de las imágenes cristianas primitivas (2011). Es autora de varios poemarios. Entre los más recientes: El arte de caer (Biblioteca dei Leoni, 2015); Desatarás tus trenzas (Coazinzola Press, 2017); El último cuarto del día (La Vita Felice, 2018); Midbar (Raffaelli Editore, 2019); Tropaion (Puntoacapo Editrice, 2020); y Tamaño natural 2008-2018 (archipiélago de Ítaca). Hizo parte

 

de los poetas invitados al Festival Rionegro de Letras (2021) y algunos de sus poemas fueron publicados en Cuaderno de Traducción, veinte voces de la poesía italiana contemporánea 1949-2001(Colección Anverso 2021) con traducción al español a cargo de la poeta Marisol Bohórquez Godoy.

 

 

 

Semblanza y fotografías proporcionadas por de Julio César Bustos y Raffaela Fazio

 Rodríguez-Bustos JC, crítico, editor, gestor y consejero cultural. Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional, máster de Creación de guión audiovisual de la Universidad de la Rioja. Es autor de “Álvaro Mutis como un pez que se evade”, “España entre la Realidad y el Deseo - Cernuda”, “España tierra ofendida - Neruda”, Jorge Rojas y el Arte de Amarte”, “Carlos Obregón bajo la sombra de los Olmos”, “Madame Bovary y el tratado de la mezquindad y otras emes”, “Doscientos años de compañía, poesía e independencias”, “Miguel Hernández, el Toro de España”, “Cervantes, hombre de armas y letras” y “César Vallejo, acerca a nos vuestro cáliz”. Gestor cultural, creador de los Encuentros Hispanocriticos, Encuentros Literarios, Semana de Poesía Central y la Noche de San Jorge. Consejero de Cultura en Bogotá desde el año 2012 y director de la Colección Anverso de poesía bilingüe.

 

 Semblanza y fotografías proporcionadas por Julio César Bustos

 

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