DESDE EL CENTRO DEL
INCIERTO
Camino hacia al lado más obtuso de la noche
hasta llegar a algún lado del espejo
espejo real, espejo sueño
dónde rompo la imagen de un grito,
cuando veo el vacío atemporal de mi mirada.
Tú, señora de lo bello y podrido,
germinaste en mi mente
llamando en nombre de mi madre,
me regalaste la vista de pájaros y valles
para después saltar a mí
poblándome de tuertos, gusanos y sangre.
Soy despojo de mis sueños descarnados
de los que nunca he despertado,
Poseedora de la victoria falsa de la vida.
Sin embargo creí en tu primavera, hija de Éter
y he danzado en el placebo de la calma con tu títere Balban.
Siempre me traiciono en este tempo a contraluz,
en esta hora dilatada
donde hundo mis manos
en el espesor asfixiante
de una resignación culpablemente masoquista,
que me rebela como escurrimiento
congelado en la negrura de lo eterno.
De vez en cuando voces susurrando
como si no pretendieran despertarme
de mis sueños de llaga palpitante
que expele deseos proscritos,
desde el centro del incierto.
IMPRONTA SALINA SOBRE EL
AGUA-TIEMPO
Para Teesha Zamacona.
Un
escudo suple el lugar de las costillas
la paz cabe en una caja sin cerrojo
Ahí
donde se inhalan los secretos
Y un pájaro crea raíces de las ausencias.
- Teesha Zamacona
Desde el reflejo de la luz,
del astro blanquecino
de la muerte
la guardiana del mar
liberó su pelo,
extendió su existencia
en suave silencio,
-sin titubear-
cómo quién sabe
que nada puede contarse del camino
a quien desde hace tiempo
Sabe que cada uno tiene un final.
Cuando la obscuridad
se acostumbró a su mirada,
desde la ronca gravedad de su oleaje
trazó fluyente, la belleza
desquejabrada,
arenosa
de miles de tormentas.
Conjuró
el radiante color vital
de la energía de sus manos
para emanarlo a bocanadas
de pigmento y fonemas.
Su gesto final trajo la noche
inútil es, desdecir los hechos
y en esfuerzo fútil incendiar manos
para ahuyentar la ventisca de la ausencia.
Apenas, posible acompasar
el vuelo ascendente del cuervo
criado del lamento
para secar los ojos,
que esperan despiertos
la hora del graznido
en la que todo se transforma
en llovizna-canto.
POSTALES DE LA VIGILIA
I
No es que no pueda abrir los ojos
es que si lo hago
este mundo que contengo y me contiene,
que amenaza
con su alma de metralla
saltará
Vendrá la era de las ratas-sombra
dónde todo será corroído
a velocidad ininteligible.
No es que no sepa abrir los ojos,
es que no sé respirar
cuando el silencio me ha alcanzado
y confundo los árboles con manos,
la tristeza con balcones
y los días con páginas en blanco
que aún sonríen
como si cada tropiezo
fuese parte premeditada de un sueño.
II (o innuendo de danza circadiana)
¿En qué compás
me convencieron
mis pretensiones de inocencia?
¿En qué paso celebré el triunfo del
ritual que rompe muros?
Ambos preámbulos para ahogarme en mi quietud.
Asidua he sido
en todas mis versiones
de redondear
el ojo del mundo
con las yemas de mi mente
de sostener con la ternura infame
del que acaricia el lomo tibio
de un conejo sin cabeza
con la venia de sentirse menos vil
por no haberle matado
y solo terminar con la tarea
de volverle instrumento donde resuenan los vacíos.
III
Y pensar que creí era el Memento
mori y no la tormenta de la sangre,
lo que gritó los nombres de la niebla
en estas gotas de un río interno
inusitado,
que desliza en soledad.
Aquella tibieza que me hacía creer
saber qué lado del cuchillo habito,
en qué última caída se deslavó el lugar para las dudas,
en qué verticalidad el tiempo dejó de oscilar para asfixiarse.
No, no fue el Memento mori
sino tanto repasar
el "Fluctuat nec mergitur"
por las grietas de las sienes,
lo que me arrastra a esta espesura.
Mientras se flota,
las horas son miles de caballos
blancos o negros a capricho del
latir de la esperanza
el pesimismo es un galope sordo, casi dulce.
RUEDA DE LA FORTUNA DE LA NAVAJA
Ya lo he dicho,
yo también soy ese circulo
vicioso que (d)escribo.
Comparezco ante mi uso y abuso
del discurso,
cualquier retroceso
es falaz estratagema
calistenia ingenua
intento de negar el frío no deseado
que encorva la impostura
Si alguien no sabe de mis obras malas
no me empeñaré en que sepa las buenas en pos de un ilusorio equilibrio.
Convulsiono tentativamente
ante el culmen
de esta tormenta de cafeína
que regala una imagen
de lo que es
al no ser nombrado
sin pretensiones,
de ser entendido.
La nevada nocturna
se despliega
vuelo de fractales
donde me asomo a mi mundo.
PRIMERA HUIDA
Y yo digo
¿A poco es tan fácil dejarse ir?
Ondea bajo mis alas desplumadas
espectro cenobita,
tu vaho de cáliz negro...
mis pasos devorados
Por el antisilencio desdentando,
volverán torturados en
La próxima lluvia de cenizas
a vagar en la vuelta más profunda
del Caracol del oído de los muertos
su torbellino es mi miedo
de transporte camino
Lejanía de los cielos invocados,
más cerca del incendio forestal.
Mi canto interno,
no es más que el estertor
de unos pies que se durmieron esperando del aire
su regreso
destrenzo mis redes,
agitando el nervio
con un remo podrido hecho de recuerdos desfondados, de huidas infundadas
¿Qué será de aquel sótano al que llamamos infierno con todo y sus muertos?
CONFESIÓN DE DOGMATICIDIO DESCALIFICADO
Me aventé de una sección amarilla
Y me maté, pero...
¿Creerá que no me mató la caída?
¡No!
me atraganté con el paroxismo
mientras me acomodaba
la náusea matinal
Justo en ese instante,
en que me pegaba
el revólver de la rutina
Para seguir existiendo
[como he podido]
Trapeo lacónicamente
Para pulir mi sonrisa ortodoxa
carente de todo,
excepto del sarro de los anhelos enervados
con el tufo del esqueleto
de una posibilidad mundana
colocada en el altar
de las motivaciones íntimas,
para echar andar mi maquinaria.
Atento contra mí,
sin querer saberlo,
cuando beso la hipocresía
[con asco]
creyendo que soy valiente y
he escapado al dibujar
la mueca de mi conciencia,
Chirriando
por el intento de aflojar
la tensión ambivalente.
Sorbo a sorbo,
-con la misión latente,
de bronco aspirar -
regurgito esa introducción al ascetismo
y en mi confusión,
me cuelgo el título de
“Sujeto de la abducción
por parte del decreto y las
buenas intenciones”.
Y me siento capaz de decir
que por mi han pasado
todos los años y todos los daños,
Sólo porqué ayer
me visitó el diablo
Este visitante implícito usando
mis gestos,
mi voz
y mis afanes
invadió todas mis zonas
se filtró en mis escapes
Instalando su cinismo distendido
en el hecho de que no me atrevo a morir,
porque tengo miedo que me dé flojera
aprender a renacer.
Poseedor de una sutileza
que me parece descarada,
Destapa mis mórbidos deleites
y mis poses de bondad, entre
aburrido y disimuladamente
complacido, porque seguimos
el rol de poseedor y poseída
Así, nos disponemos a celebrar nuestra sociedad,
donde sólo yo, siendo más de una por no saber ser alguna, recito los siguientes votos:
Si quieres…
porque has querido,
soy la nueva casa
de tus viejas realidades demonio,
Aquí: la antesala huele a la tierra
removida por el dictado reflexivo
que Godár le hace al cello
Y la ventana de la post alcoba
que anuncia la llegada
del melancólico sol,
se ve como las Gymnopedies de Satié.
Sé, cuando te beso para entregarme al juicio
abro los ojos para despertar en falso…
porque con mi estoica apatía,
me quedo al lado de la sonrisa
de ternura socarrona
que me recuerda
que estoy aquí para ver
como todos los días
me voy…
derecho cortando la fe,
cada que vacío sobre mí
la levedad
de que otorgarme la duda
- sin duda-
ya no tiene beneficio.
MARÍA JOSÉ DE LA ROSA (1988, Ciudad de México). Gastrónoma y Gestora Cultural. Participó en el Torneo de Poesía Adversario en el Cuadrilátero de la editorial Verso Destierro (2014), obteniendo el primer lugar.
Festivales:
· Primer Festival de la palabra en Temascalcingo y en la jornada de lectura de poesía “Poetas por la Paz” dentro del marco del IX Festival Palabra en el mundo y del Festival World Poetry Movement (Junio 2015)
· Encuentro Moebius Poetas Nacidos en los 80(2015)
· Festival internacional de Artes Quimera (octubre 2015) que se lleva a cabo cada año en Metepec (Estado de México)
· Coloquio Pretextos del Solsticio (evento donde se conjuntan la poesía y la pintura)
· Encuentro de poetas “De amores y otros sabores” (2018-2020)
· Encuentro de Poesía Max Rojas (2017-2019)
Publicaciones:
Madona de la Gaveta 17(plaquette), publicado por Verso Destierro.
Revistas: El Humo, In Iris, La Piraña, Galerías del Alma, Rigor Mortis, Aleteo Poético y GatoMadre.
Antologías: Ciudadela de Orfebres (2018) y Personæ (2021)
Colaboraciones:
Coordinación Torneo Adversario en el Cuadrilátero y miércoles itinerantes de poesía (2016-2018).
Jurado en el concurso de cuento corto “Dímelo en cuento” del Tecnológico Nacional de México(2023)
Lectura, voz en off y lectura de textos traducidos para el Festival Internacional de poesía en Toluca con Casa Editorial Literatelia.
Semblanza y fotografía proporcionadas por Joe de la Rosa
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