Imposible
Del latín impossibilis,
lo que no se puede hacer
-bien lo advertiste-
descarta todo aquello que caerá
en los límites de lo inverosímil.
Factible no es mi nombre,
sabías desde antes de la primera frase
cuando a Dios yo preguntaba,
Imposible para ti, qué.
Termina antes de empezar,
como amanecer en los óleos
de la memoria del pintor,
como el tango olvidado
en la despedida del cantor.
Romper el silencio no ayuda
a acabar el embrollo, adiós,
a darle el tormento a otro
me envías sin retorno ni temor.
Inaguantable es también imposible,
áspera y agria, complemento,
cuesta un poco más, alguien dijo,
pero no calculó el antes de rendirse,
razón-circunstancia te importan
lo mismo que un rábano. Bebimos el mar.
The same
Yo también estuve en un funeral,
la única doliente era mi Alma
- Nadie más iba o venía
Mis gritos tan quedos que no
estaban allí, llorando esa tumba
- No tenía sentido.
Como un rayo, la voz del difunto
fue tan clara en mi cerebro
que pensé que algo en mi cuerpo
se apagaba.
Entonces levantaron el féretro,
lo depositaron dulcemente en tierra.
Esa voz era mi voz
y me oí cancelar mi propia orden.
El espacio y el tiempo se doblaron.
- Mi Ser yace aquí, Emily.
Mi voz, entre estos versos
que nunca terminaré de conocer
porque escribiste esa carta al Mundo
y callaste mi queja con tu talento.
No conoces la benevolencia.
Marítimos
I
Vuelvo al mar
involuntariamente,
traída hasta acá
por el mismo motivo:
sanar vicisitudes,
limpiar con arena
los pasos perdidos.
No imagino los mares
de mis enemigos;
serán esplendorosos
de la mano de amores
por los que batallaron
y a quienes contaron
mis infortunios.
Les agradezco tanto
las derrotas, los insultos.
III
Plenipotente,
hombre de aguas embravecidas,
te repites en cada continente,
te busco por todos los puertos,
Casi nunca he llegado antes de irte.
Narcisista
Narciso despierta sin mirada
porque es preciso vulnerar la magia
persiguiéndole en reflejo y daño.
El joven desdeña fe burlada,
su destino forjado en n o s t a l g i a,
mira su rostro, día de un año.
Narciso duda entre Muerte y Vida,
confía en su belleza, m e l a n c o l í a.
Le advirtieron salir del engaño.
Llama en la imagen aguada,
paga la desdeña del Eco, s o b e r b i a.
Narciso, te equivocas canalla,
otras voces querían tu a l e g r í a,
y la de la e x p e r i e n c i a, la mía,
dejaste, flecha, de muerte herida.
Álbum
Me han llamado Llanto eterno
y yo me nombré Queja infame
sin cuerpo, con hambre.
Nunca podría herir a nadie.
Se duelen de mí antes de la herida
y luego me culpan a dentelladas.
He aprendido a no necesitarlos
ni a necesitarme; a prescindir de nadie.
Mi cueva es profunda y hosca.
No venga el más afable
Amor pordiosero
que me dejó vagando en el aire.
Este dolor cobija errores
de otros tiempos,
calamidades.
Y no los cuento porque profieren
silenciosa maldición de gente amable.
Descarte. Quiebre. Corte.
Escarmiento del cobarde.
Todas esas fotos se han tomado
para mí, Ojo que no ve,
pero arde.
Martha Lujano Valenzuela (México DF, 1973). Licenciada en Letras Latinoamericanas y Maestra en Humanidades y Estudios Literarios por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex). Realizó estudios en Filología Hispánica como Estudiante Visitante en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Poeta, reside en Toluca, México, donde realiza continuamente investigación sobre poesía local e internacional. Alumna del Taller de Poesía Experimental del Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia, participante en diversos encuentros y festivales de poesía, columnista, reseñadora y presentadora de obra literaria emergente. Ha colaborado en las revistas La Colmena, La Raíz Invertida, La Piraña, Revista Kamchatka y actualmente es titular de la columna semanal Mirilla en el medio digital Poderedomex.com
Colaboradora del Grupo Escritores Mexiquenses GruEM, la Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística de México en su Sede Toluca y La Comuna Girondo.
Doctora Honoris Causa en Literatura por la Academia Latinoamericana de Literatura Moderna.
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