Reseña del libro Estanques de arena de Ana Chig

Existen  maneras de ser y estar en el mundo y si la poesía es una forma de transitarlo para quien la escribe –y por supuesto para quien la lee-, Estanques de arena remite a dos posibilidades del artista: la acción y la contemplación.

 

 

En la primera se busca intervenir en la realidad, modificarla a nuestro gusto, moldearla. En la segunda, más buscamos comprenderla tal cual es, asombrarnos en la observación de su devenir presente, pasado o futuro.  En el caso de Ana Chig, esta observación del mundo circundante se dice, se canta, se ensimisma en sus muchos matices.

 

 

 

Por  lo que respecta a la poesía, resulta deseable que quien la escribe no lo haga desde lo ajeno a la contemplación, es decir que tenga ojos para ver, y vea y  que tenga oídos para escuchar y oiga. Algo que no deja de ser, cuando menos complicado: para llegar a ver y oír, hay que pararse a contemplar el mundo o los muchos submundos en los que está inmersa nuestra existencia, como sucede en el poema “Acústico”:

 

 

 

“Un olor verde llega desde puente,

 

 el cielo y prolongaciones de nubes negras.

 

 Amo imaginar tu silueta entre gentes,

 

 lo mismo que ese hombre de lerda blancura

 

 y su vieja mochila colocada en espalda de extravío.

 

 El dolor amotina esta pieza que representa olvido.

 

 Antiguas providencias escampan ya sin forma de mis manos:

 

 tu fruto tibio extraviado a fines de junio,

 

 la sal consumiendo sombra de mis labios”.

 

 

 

 

 

Así, en Estanques de arena, encontramos que la cotidianidad adquiere la dimensión de la mirada de Ana Chig que, ante el transcurrir del mundo se detiene, observa, le escucha largamente, no sólo con los ojos, no solamente con los oídos  -como lo mandan las sagradas escrituras-, sino con todas las facultades cognitivas de las que disponemos, para lo cual hay que despojarse del ser superficial con el que a veces navegamos los paisajes diarios que en Estanques de arena, entregan sus llaves a la poeta y se abren para su autora. Cito “Cotidianidad”:

 

 

 

“Bajo el limonero, azahares y sombras,

 

humedad estancada por la lluvia.

 

Pasan los días, he leído otros versos

 

palabras descubriendo el odio,

 

la ternura arraigada en el tuétano,

 

lugares inexistentes, incógnitas aferrándose al olvido,

 

la piedra sostenida en la mano,

 

la tarde en fuga, su condescendencia, acaso el amor.

 

He leído otros versos, ahora observo.

 

Frente a mí, cotidianamente se alzan tristes edificios,

 

el gris esmalte se desprende como lajas del tiempo.

 

Escucho voces, ecos infantiles del patio escolar.

 

El viento de las cuatro anuncia la tarde, hace frío.

 

Poco a poco, frente a una puerta,

 

se congregan cuerpos, siluetas, rostros cansados.

 

Yo también espero sentada entre los jardines del Río,

 

escribo esto, alzo la mirada,

 

todavía el sol en pugna con extrañas nubes invernales”.

 

 

 

Un fenómeno al que la poesía suele aspirar: después de mucho contemplarlas, las cosas toman confianza y develan sus secretos. Secretos que en Estanques de arena, Ana Chig registra y es en este sentido que develan verdad en sus versos. Cito ahora el poema Esto es un bodegón de luz y ruido”:

 

 

 

“Hay sombras que se adentran al bullicio,

 

aves amenazantes picoteando vidrios de ventanas.

 

El Centro y sus tibias medusas de asfalto,

 

cardúmenes de empleados desplazándose entre calles

 

recogiendo restos humanos, a prisa, con la imperfección

 

pública a cuestas, maquillando baches de negligente blandura”.

 

 

 

 

 

Hay que señalar, no obstante, que lo escrito por la poeta no es una simple e impersonal traducción de lo que ha escuchado en el exterior o en lo desconocido o lo escondido en sí. En el desarrollo del libro encontramos que Ana Chig también comparte su visión personal del mundo social, político y cultural, no para coaccionarlo, sino en los pronunciamentos que vienen de la contemplación combinada con los propios principios y valores de la que escribe. Así encontramos poemas como ”El racismo se está grabando”, “Cuadro de costumbres”, “De la extinción de las cosas” o “It’s the most wonderful time

 

 

 

En los textos que conforman Estanques de arena, los recuerdos, las vivencias, los paisajes, los pensamientos, las experiencias, los sueños y los parajes que transita la poesía a través de la mirada de Ana Chig  y se impregnan de élla, de su sello distintivo, nos conmueven y nos sorprenden: contemplación y emoción en la  poesía. En este contexto Estanques de arena remite a la reflexión del propio ser a través de una mirada de un gran lirismo, una mirada que se asombra, cada vez como por vez primera ante su entorno y en este tránsito hace que confluyan el tiempo, la memoria, el cuerpo, los elementos de la naturaleza y de los fenómenos humanos.

 

 

 

Quiero creer que la búsqueda poética es justamente la de esa sensación de que se ha descubierto alguna verdad latente en el mundo, o en mejores palabras de Octavio Paz: “cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: ya lo llevaba dentro”.

 

Poeta, performer, gestora cultura y editora online del El Golem, revista literaria.

Ana Chig poeta, editora, creativa gráfica y promotora cultural. En 2012 funda la revista mensual de poesía Frontera Esquina, en la que colaboran poetas, escritores, ensayistas, artistas plásticos y visuales de la región fronteriza de Baja California, México y Estados Unidos. Fue coordinadora de Poetry Borders en La Casa del Túnel Art Center, en Tijuana. Es directora de las editoriales independientes Nódulo Ediciones y Juglaría, que publican poesía, cuento, ensayo, novela, periodismo cultural y literatura infantil. En 2015 y 2016 forma parte del jurado para el Premio Nacional de Poesía Tijuana, convocado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura, actualmente colabora como encargada académica en Casa de la Cultura de la Cultura Playas de Tijuana.

     Ha publicado: La noche sobre el rostro (2010), Antología de poesía “La Ciudad, encuentros y desencuentros” (Nódulo Ediciones 2016). Su obra ha sido incluida en antologías de México, Estados Unidos, Colombia, revistas electrónicas e impresas.

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Ana Chig

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Comentarios: 1
  • #1

    Lorena Chig (viernes, 17 enero 2025 13:24)

    Muchas felicidades te deseo mucho éxito bendiciones