Poemas de José Alfredo Pérez Alencart

 

 

NOSTRADAMUS

 

 

 

 

 

Años después regresé

 

al recordado como feudo esotérico,

 

la isla onírica donde me visitaba

 

el gigante nubio.

 

 

 

Estaba poblado de advenedizos,

 

y reducido al vulgar lenguaje

 

de las musas contemporáneas.

 

 

 

Un legado arde en el mundo,

 

porque mundanal es su consideración.

 

y aquella melodía circunspecta,

 

aquella de la compartida luciérnaga

 

latente desde el Génesis,

 

ahora es raída por la traición

 

a la palabra esencial.

 

 

 

No hubo predicciones;

 

la condición humana ya fue escrita:

 

el verbo es un réquiem

 

que nadie quiere escuchar.

 

 

 

(Para Gastón Baquero y Pío E. Serrano).

 

 

 

 

 

ALJABA DEL ASOMBRO

 

 

 

En la cuna de Séneca,

 

todas las calles se precipitan

 

sobre una flor de Damasco

 

donde santos enjaulados,

 

conservan el ineludible legado.

 

 

 

La península de ocho siglos,

 

lustrando su dorado barroquismo,

 

culminando el trémulo sincretismo

 

del gozado mestizaje,

 

recitando en la aljaba del asombro

 

a dioses de múltiples columnas,

 

anunciando la menguante Grecia

 

o la coronación de un Cristo

 

bajo el auge de la diáspora.

 

 

 

La prístina búsqueda del albedrío

 

aferrándose a esta danza arquitectónica,

 

los estigmas y el profeta,

 

se opacan en la lengua de las Sibilas,

 

enrojeciendo el acero con el credo ajeno.

 

 

 

El credo, de la colosal oración

 

preguntando al enjambre,

 

habitante en sus muros,

 

sobre los nombres sepultados,

 

sobre el verdadero cielo,

 

sobre aquella veleidosa Tierra Santa

 

descrita virtud en el arte implacable

 

soliviantando las puertas del Guadalquivir.

 

 

 

(Córdoba, octubre de 2024).

 

 

 

 

 

TRÉMULA FANTASÍA

 

 

 

Indecisos, parpadean los núcleos de la urbe,

 

tan ufanados y antagónicos,

 

frente a los destacados intelectos,

 

hoy anacrónicos y sepultados,

 

como demonios castigados en cuevas.

 

 

 

Su lucro, prosternado en la roca que brilla,

 

se ensaña con la ideada nocturnidad

 

para despertar en lechos inquisitivos

 

aún resplandeciente la visión

 

de un confuso mestizaje entre ríos y catedrales.

 

 

 

Arreciando el mador de la urbana connivencia que,

 

adornando con sorna la heredada espadaña de vociferante tenor,

 

permanece cautivo en los enfoques cosmopolitas

 

endulzados estímulos sombríos

 

que todavía desfiguran los alquitranes.

 

 

 

Así, se persiguen efigies,

 

desde la trémula fantasía, en el cadente equilibrio

 

exhibido en pactadas contenciones

 

para agradar a la mueca edificada.

 

 

 

Larvados humanismos se ciernen inefables:

 

frívolas raíces

 

en las monumentales espuelas.

 

 

 

(Salamanca, noviembre de 2024).

 

 

 

 

 

UNA ELEGÍA

 

 

 

La amistad, hasta la extenuante

 

probidad del gesto,

 

portando las recíprocas hagiografías,

 

endebles y feroces,

 

hoy se tornan invaluables,

 

muescas del unigénito destino.

 

 

 

Qué reconfortante felonía

 

en los meses atravesados

 

por la síntesis presente.

 

 

 

Es la cianea del obituario triunfal,

 

las diáfanas parcas,

 

olvido y cariño musitado,

 

jugueteando con los ilustres pensamientos

 

porque una causalidad exigida

 

te reclama del olvido,

 

 

 

y rememora la resiliencia

 

ante los colosos que vaticinan

 

abluciones en nuestro despertar,

 

al sentir en la palidez noctámbula,

 

apenas saciada,

 

el latente hedonismo

 

del excesivo boato.

 

 

 

Es la enseña del entusiasmo invidente,

 

irradiando la evasión del aprendiz,

 

por la estampa creada.

 

 

 

Así sobreviene la idolatría,

 

sembrada marcha

 

ensalzando las lisonjas de nuestra memoria

 

 al ser las muecas mundanas

 

efímeras luminarias.

 

 

 

Luciendo el sonrojado fuero interno,

 

tu origen desnudo es una elegía,

 

el cetro consumado albergando nuestro sino,

 

por la evasión de júbilo latente

 

cuantificando la resignación de los muros.

 

 

 

Cada conversación, en tierra de nadie,

 

ahora es un homenaje

 

sublimado por las grandes emociones:

 

Siempre seremos lágrimas en tormentas,

 

por el crisol de renuncias.

 

 

 

(Dedicado a David Alonso, in memoriam).

 

 

 

 

 

LOS QUIJOTES MUDOS

 

 

 

Entre purpúricos lienzos

 

se redime la escatología,

 

fervor vaticinado en las etapas,

 

descrita como nexo voraz.

 

 

 

Una Alianza entre confines

 

manteniendo a Dios en los márgenes,

 

dibuja delicadezas póstumas,

 

alienando un meteórico paisaje

 

labrada profecía de los años.

 

 

 

Cómo revivirán los enseres

 

al no hallar tu luz este preeminente museo.

 

Cómo se estremecerá la intimidad

 

al no invocarte mis sueños.

 

 

 

Sé que soy real, cuando aflora en mis mejillas,

 

el más interno de los fueros

 

bajo el trazo

 

de los Quijotes mudos.

 

 

 

(Dedicado a mi sempiterna madre, y al pintor Miguel Elías).

 

 

 

 

 

CONTUNDENCIA Y BARBARIE

 

 

 

Este veleidoso arte que,

 

dando voz a la humanidad,

 

escribe sobre los estigmas

 

de los dañados.

 

 

 

Siempre presa del tiempo,

 

aclimata los ambiciosos lapsos

 

acólitos de la vetusta compañera.

 

 

 

Se abstraen, aunque

 

la moral está más viva que nunca

 

sorprendiendo, casi con lástima,

 

a la pleitesía entre Eros y Thanatos.

 

 

 

Trazando en los cismas

 

el insomne pasado,

 

contundencia y barbarie,

 

profana religión

 

regodeada en la indiferencia.

 

 

 

Es el viento cobrizo desprendido

 

por los desgastados estandartes,

 

paroxismo de la idolatrada abstracción

 

 

 

desde la verdad capciosa

 

recibida en los hogares,

 

a la más hierática cumbre:

 

 

 

donde el eterno señuelo

 

se llevó los espejos.

 

 

 

 

 

PUMA DE PIEDRA

 

 

 

Vengo de la Ciudad de los Reyes

 

para ascender de la enigmática selva

 

a la tierra donde las montañas

 

son vestidas por el cielo.

 

 

 

Así llego a ti, Puma de Piedra,

 

avanzando entre las totoras,

 

mientras la Waira curte mis mejillas

 

y mis ojos acarician lejanos cerros.

 

 

 

Aquí, sobre aguas y leyendas,

 

quedan inmortalizados pensamientos

 

que ya no llevaré conmigo.

 

 

 

Aquí, en este lago, la gélida inmensidad,

 

avivada por los vaivenes de la popa,

 

me funde con el paraíso

 

ante la omnipresente figura

 

del mitológico Inti.

 

 

 

Esta incomprensible magnitud de la naturaleza

 

me predispone a sentir odiseas

 

de culturas ancestrales

 

obsequiando las más profunda de las ataraxias.

 

 

 

Por eso pregunto, a las ahora mansas olas,

 

cómo será tu noche

 

para poder construir versos

 

sobre los momentos en que la Killa

 

se adueña de tu forma.

 

 

 

Por eso me rindo

 

ante la fuerza de tu nombre,

 

convirtiéndolo en un incólume retal

 

de mis años de vida.

 

 

 

Puma de Piedra, donde los Phuyu

 

unen los colores del horizonte:

 

tornas la fascinación en paz.

 

 

 

(Poema escrito en Puno, 2022).

 

 

 

 

 

 

 

 

José Alfredo Pérez Alencart (Salamanca, España, 1994). Poeta, egresado en Derecho por la Universidad de Salamanca y crítico de cine. En poesía ha publicado el libro ‘Tambores en el Abismo / Tambores no Abismo’ (Labirinto, Fafe, Portugal, 2022, en edición bilingüe y traducción de Leocádia Regalo) y ‘Distinto y Junto’ (Universidad Nacional de Honduras, 2023).  Cuando niño la imprenta Kadmos le publicó una carpeta de poemas titulada ‘El barco de las ilusiones’ (2002, con 17 acuarelas del pintor Miguel Elías). Posteriormente publicó el cuaderno ‘Madre’ (Trilce, Salamanca, 2021. Dos poemas traducidos a 12 idiomas). Poemas suyos han aparecido en diversas antologías, como: “Los poetas y Dios”, Diputación provincial de León (2007); “Por ocho centurias”, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Edifsa, Salamanca (2018); “Palavras pela Paz”, A Chama, Portugal (2019); “Regreso a Salamanca”, XXIII Encuentro (2020); “Treciembre, coro de voces”, Vitrubio, Madrid (2021), “El ciego que ve”, XXIV Encuentro (2021); “De aquende y allende”, XXVI Encuentro (2023); “Si te labra prisión mi fantasía”, I Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Ciudad de México, Konesh (2023); “Il buio della ragione”, Amazon KDP, Italia (2024); “Cantos Mestizos”, Editorial Oxeda, México (2024) y “Para sitiar el asombro”, XXVII Encuentro (2024). También en revistas de España e Iberoamérica. En ensayo ha publicado los libros ‘Pasiones cinéfilas’, Trilce, Salamanca (2020) y ‘Iuris Tantum’, Betania, Madrid (2020). Sus críticas de cine se publican en las revistas literarias Crear en Salamanca y Tiberíades, mientras que sus artículos de contenido jurídico y social se dan a conocer el su blog Iuris tantum, que mantiene en el periódico digital Salamanca al Día.

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por José Alfredo Pérez Alencart

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