NOSTRADAMUS
Años después regresé
al recordado como feudo esotérico,
la isla onírica donde me visitaba
el gigante nubio.
Estaba poblado de advenedizos,
y reducido al vulgar lenguaje
de las musas contemporáneas.
Un legado arde en el mundo,
porque mundanal es su consideración.
y aquella melodía circunspecta,
aquella de la compartida luciérnaga
latente desde el Génesis,
ahora es raída por la traición
a la palabra esencial.
No hubo predicciones;
la condición humana ya fue escrita:
el verbo es un réquiem
que nadie quiere escuchar.
(Para Gastón Baquero y Pío E. Serrano).
ALJABA DEL ASOMBRO
En la cuna de Séneca,
todas las calles se precipitan
sobre una flor de Damasco
donde santos enjaulados,
conservan el ineludible legado.
La península de ocho siglos,
lustrando su dorado barroquismo,
culminando el trémulo sincretismo
del gozado mestizaje,
recitando en la aljaba del asombro
a dioses de múltiples columnas,
anunciando la menguante Grecia
o la coronación de un Cristo
bajo el auge de la diáspora.
La prístina búsqueda del albedrío
aferrándose a esta danza arquitectónica,
los estigmas y el profeta,
se opacan en la lengua de las Sibilas,
enrojeciendo el acero con el credo ajeno.
El credo, de la colosal oración
preguntando al enjambre,
habitante en sus muros,
sobre los nombres sepultados,
sobre el verdadero cielo,
sobre aquella veleidosa Tierra Santa
descrita virtud en el arte implacable
soliviantando las puertas del Guadalquivir.
(Córdoba, octubre de 2024).
TRÉMULA FANTASÍA
Indecisos, parpadean los núcleos de la urbe,
tan ufanados y antagónicos,
frente a los destacados intelectos,
hoy anacrónicos y sepultados,
como demonios castigados en cuevas.
Su lucro, prosternado en la roca que brilla,
se ensaña con la ideada nocturnidad
para despertar en lechos inquisitivos
aún resplandeciente la visión
de un confuso mestizaje entre ríos y catedrales.
Arreciando el mador de la urbana connivencia que,
adornando con sorna la heredada espadaña de vociferante tenor,
permanece cautivo en los enfoques cosmopolitas
endulzados estímulos sombríos
que todavía desfiguran los alquitranes.
Así, se persiguen efigies,
desde la trémula fantasía, en el cadente equilibrio
exhibido en pactadas contenciones
para agradar a la mueca edificada.
Larvados humanismos se ciernen inefables:
frívolas raíces
en las monumentales espuelas.
(Salamanca, noviembre de 2024).
UNA ELEGÍA
La amistad, hasta la extenuante
probidad del gesto,
portando las recíprocas hagiografías,
endebles y feroces,
hoy se tornan invaluables,
muescas del unigénito destino.
Qué reconfortante felonía
en los meses atravesados
por la síntesis presente.
Es la cianea del obituario triunfal,
las diáfanas parcas,
olvido y cariño musitado,
jugueteando con los ilustres pensamientos
porque una causalidad exigida
te reclama del olvido,
y rememora la resiliencia
ante los colosos que vaticinan
abluciones en nuestro despertar,
al sentir en la palidez noctámbula,
apenas saciada,
el latente hedonismo
del excesivo boato.
Es la enseña del entusiasmo invidente,
irradiando la evasión del aprendiz,
por la estampa creada.
Así sobreviene la idolatría,
sembrada marcha
ensalzando las lisonjas de nuestra memoria
al ser las muecas mundanas
efímeras luminarias.
Luciendo el sonrojado fuero interno,
tu origen desnudo es una elegía,
el cetro consumado albergando nuestro sino,
por la evasión de júbilo latente
cuantificando la resignación de los muros.
Cada conversación, en tierra de nadie,
ahora es un homenaje
sublimado por las grandes emociones:
Siempre seremos lágrimas en tormentas,
por el crisol de renuncias.
(Dedicado a David Alonso, in memoriam).
LOS QUIJOTES MUDOS
Entre purpúricos lienzos
se redime la escatología,
fervor vaticinado en las etapas,
descrita como nexo voraz.
Una Alianza entre confines
manteniendo a Dios en los márgenes,
dibuja delicadezas póstumas,
alienando un meteórico paisaje
labrada profecía de los años.
Cómo revivirán los enseres
al no hallar tu luz este preeminente museo.
Cómo se estremecerá la intimidad
al no invocarte mis sueños.
Sé que soy real, cuando aflora en mis mejillas,
el más interno de los fueros
bajo el trazo
de los Quijotes mudos.
(Dedicado a mi sempiterna madre, y al pintor Miguel Elías).
CONTUNDENCIA Y BARBARIE
Este veleidoso arte que,
dando voz a la humanidad,
escribe sobre los estigmas
de los dañados.
Siempre presa del tiempo,
aclimata los ambiciosos lapsos
acólitos de la vetusta compañera.
Se abstraen, aunque
la moral está más viva que nunca
sorprendiendo, casi con lástima,
a la pleitesía entre Eros y Thanatos.
Trazando en los cismas
el insomne pasado,
contundencia y barbarie,
profana religión
regodeada en la indiferencia.
Es el viento cobrizo desprendido
por los desgastados estandartes,
paroxismo de la idolatrada abstracción
desde la verdad capciosa
recibida en los hogares,
a la más hierática cumbre:
donde el eterno señuelo
se llevó los espejos.
PUMA DE PIEDRA
Vengo de la Ciudad de los Reyes
para ascender de la enigmática selva
a la tierra donde las montañas
son vestidas por el cielo.
Así llego a ti, Puma de Piedra,
avanzando entre las totoras,
mientras la Waira curte mis mejillas
y mis ojos acarician lejanos cerros.
Aquí, sobre aguas y leyendas,
quedan inmortalizados pensamientos
que ya no llevaré conmigo.
Aquí, en este lago, la gélida inmensidad,
avivada por los vaivenes de la popa,
me funde con el paraíso
ante la omnipresente figura
del mitológico Inti.
Esta incomprensible magnitud de la naturaleza
me predispone a sentir odiseas
de culturas ancestrales
obsequiando las más profunda de las ataraxias.
Por eso pregunto, a las ahora mansas olas,
cómo será tu noche
para poder construir versos
sobre los momentos en que la Killa
se adueña de tu forma.
Por eso me rindo
ante la fuerza de tu nombre,
convirtiéndolo en un incólume retal
de mis años de vida.
Puma de Piedra, donde los Phuyu
unen los colores del horizonte:
tornas la fascinación en paz.
(Poema escrito en Puno, 2022).
José Alfredo Pérez Alencart (Salamanca, España, 1994). Poeta, egresado en Derecho por la Universidad de Salamanca y crítico de cine. En poesía ha publicado el libro ‘Tambores en el Abismo / Tambores no Abismo’ (Labirinto, Fafe, Portugal, 2022, en edición bilingüe y traducción de Leocádia Regalo) y ‘Distinto y Junto’ (Universidad Nacional de Honduras, 2023). Cuando niño la imprenta Kadmos le publicó una carpeta de poemas titulada ‘El barco de las ilusiones’ (2002, con 17 acuarelas del pintor Miguel Elías). Posteriormente publicó el cuaderno ‘Madre’ (Trilce, Salamanca, 2021. Dos poemas traducidos a 12 idiomas). Poemas suyos han aparecido en diversas antologías, como: “Los poetas y Dios”, Diputación provincial de León (2007); “Por ocho centurias”, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Edifsa, Salamanca (2018); “Palavras pela Paz”, A Chama, Portugal (2019); “Regreso a Salamanca”, XXIII Encuentro (2020); “Treciembre, coro de voces”, Vitrubio, Madrid (2021), “El ciego que ve”, XXIV Encuentro (2021); “De aquende y allende”, XXVI Encuentro (2023); “Si te labra prisión mi fantasía”, I Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Ciudad de México, Konesh (2023); “Il buio della ragione”, Amazon KDP, Italia (2024); “Cantos Mestizos”, Editorial Oxeda, México (2024) y “Para sitiar el asombro”, XXVII Encuentro (2024). También en revistas de España e Iberoamérica. En ensayo ha publicado los libros ‘Pasiones cinéfilas’, Trilce, Salamanca (2020) y ‘Iuris Tantum’, Betania, Madrid (2020). Sus críticas de cine se publican en las revistas literarias Crear en Salamanca y Tiberíades, mientras que sus artículos de contenido jurídico y social se dan a conocer el su blog Iuris tantum, que mantiene en el periódico digital Salamanca al Día.
Semblanza y fotografía proporcionadas por José Alfredo Pérez Alencart
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