Relato de Alberto Savinio en traducción de Guillermo Fernández

El baño de Venus

 

 

 

   Venus duerme en el polvorín. La vigilan artilleros gigantes. Es un bastidor muy grande, luego una sucesión de bastidores cada vez más pequeños, hasta llegar a uno minúsculo. En el mínimo espacio del bastidor minúsculo brilla el ojo de Venus cuando duerme Venus. En el entorno hay carbón, pólvora, desolación; y en lo alto, sostenidos por escuadras inmensas y compases colosales, los enormes cañones de piedra que no han hablado desde los tiempos de Francesco dos por Ferrucci.

 

   Pero cuando el cielo es límpido y profundo, Venus toma baños celestes, se seca en las nubes los pies negros de carbón.

 

   Venus es hermosa. Lo sabemos. Pero es preciso verla de lejos. De cerca, ¿qué se puede ver, qué se puede "comprender"? Sólo es posible, cuando mucho, sentarse en la uña de su pulgar, refugiarse a la sombra de su nariz, cuando llueve.

 

   Así que nada tenía de tendenciosa la invitación de aquel artille- ro, que me dijo: ¡Ven! Y la voz en nada parecida a la primera, repitió: -¡Ven! Y la tercera vez, con una voz tan diferente -como si las tres las hubiesen pronunciado tres personas distintas-, repitió aún:      -¡Ven!

 

   Sin embargo, aquel artillero sabía que no hay que ver a Venus cuando se baña. Porque se muere.

 

 

 

Traducción de Guillermo Fernández

 

 

 

Este relato pertenece al libro Aquiles enamorado, publicado por Sexto Piso, México, 2004.

 

 

 

 

 

Alberto Savinio, pseudónimo de Andrea de Chirico (Atenas, 1891 – Roma, 1952), fue pintor—al igual que su hermano, Giorgio de Chirico—, escritor y músico. Entre sus obras destacan Hermaphrodita (1918), La casa inspirada (1925), La infancia de Nivasio Dolcemare (1941) y Toda la vida (1945), aunque es probablemente en el ensayo donde su fuerza se despliega con total rotundidad. Después de Nueva Enciclopedia (1977; Acantilado, 2010), Acantilado publicará próximamente Maupassant y el otro (1944).

 

 

 

 

 

Fuente biográfica: Editorial Acantilado

 

Fuente fotográfica: La Boîte à Musique


Guillermo Fernández. Nació en Guadalajara, Jalisco, el 2 de octubre de 1932; muere en Toluca, Edo. de México, el 30 de marzo de 2012. Poeta y traductor. Estudió Literatura en la unam y Filología Toscana Antigua en Florencia. Su labor como traductor de literatura italiana es ampliamente reconocida; destacan las traducciones de clásicos como Dante Aligheri y Boccaccio, así como de autores italianos contemporáneos: Cesare Pavese, Dino Buzatti, Mario Luzi, Italo Calvino, Leonardo Sciascia, Pier Paolo Passolini, entre muchos otros. Realizó numerosas compilaciones para la colección Material de lectura, de la unam. Colaborador de DiálogosEl DíaEl Heraldo de MéxicoEl NacionalExcélsiorLa Palabra y el hombreNovedadesPluralSiempre!UnomásunoSemana de Bellas ArtesCasa del tiempo y Revista de la Universidad de México, entre otras. Condecoración de la Orden al Mérito de la República Italiana, en grado de Caballero, en 1997, por su labor como difusor de la cultura italiana. Creador emérito del snca del fonca. Premio Jalisco de Literatura 1997. Premio Juan de Mairena 2011, de la ug.

 

 

 

 

 

Fuente biográfica: Enciclopedia de la Literatura en México

 

Fuente fotográfica: INBAL

 

 

 

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