Poemas de Alberto Hidalgo Lobato

poemas propios

 

 

 

viaje alrededor de mí mismo

 

 

 

   como los suspicaces políticos

 

salen a recorrer las aldeas

 

hacia las vísperas de las elecciones,

 

me he puesto a caminar por los caminos

 

de mi YO

 

 

 

   ¡cómo tardo en volver

 

al punto de que partí!

 

¡oh!

 

¡cómo tardo!

 

 

 

   hace muchos años que llevo

 

viajando por mis provincias interiores,

 

y cada día del corazón me llama

 

a detenerme en él toda la vida.

 

pero yo no le escucho,

 

y sigo

 

en marcha por mí, que durará

 

muy largos años todavía.

 

 

 

   y es que uno

 

se prolonga en las cosas

 

si las mira con ojos de piedad,

 

y las cosas

 

se prolongan en uno,

 

y de tal modo

 

es uno grande como un universo

 

o es que hay un universo en cada uno.

 

 

 

   ¡cómo dura este viaje

 

de circunvalación!

 

¡oh!

 

¡cómo dura!

 

quizás he de morir

 

sin retornar al punto de partida…

 

 

 

 

 

emoción inefable

 

 

 

   ¡a mí

 

los hombres de ciencia!

 

¡a examinarme!

 

yo soy un caso raro

 

aunque quizás no único.

 

 

 

   yo no camino sobre la tierra.

 

mis pies apenas rozan,

 

y, desde luego,

 

no se afianzan en ella.

 

 

 

   yo camino

 

como colgado por el cielo

 

por un troley invisible

 

para mis miradas

 

y las miradas del mundo.

 

 

 

   soy pues un tranvía,

 

UN TRANVÍA CON ALMA,

 

un alma grande, grande.

 

 

 

   de cuando en cuando

 

el troley se desprende

 

del cable conductor,

 

y caigo

 

sobre la tierra de los hombres

 

como una piedra,

 

como cualquier cosa inanimada.

 

 

 

   sufro entonces

 

por la ausencia del troley.

 

¡pero alguien

 

vuelve a ponerme en marcha!

 

 

 

   y día a día,

 

inquieto,

 

siempre inquieto,

 

ME HAGO

 

ESTA SOLA PREGUNTA FORMIDABLE.

 

¿quién es mi motorista?

 

 

 

 

 

mimetismo

 

 

 

   nada es como es.

 

 

 

   no todos los cuadrados son cuadrados

 

hay cuadrados oblongos,

 

cuadrados de tres lados,

 

cuadrados de un solo lado.

 

 

 

   el corazón no es el corazón

 

ni cerebro el cerebro.

 

 

 

a veces el cerebro es corazón

 

y el corazón cerebro…

 

 

 

   me ha desolado

 

este descubrimiento:

 

mi corazón se ha casado con mi cerebro.

 

 

 

   ¡el estómago

 

HABRÁ HECHO OFICIAL

 

DE REGISTRO CÍVIL!

 

 

 

 

 

poemas de la vida múltiple

 

 

 

retrato de bolívar

 

 

 

   cual sujeto con clavos

 

sobre el potro alazán,

 

-da lo mismo que negro

 

o colorado o verde, señor historiador-

 

le contemplo a través de una vidriera

 

de casi un siglo.

 

 

 

   era quizá

 

distinto de cual yo veo

 

pero era así.

 

 

 

   parecían sus ojos

 

de inmensos tornillos

 

que se incrustaban en el aire.

 

cierta vez

 

agujereó con su mirada al cielo

 

y miró lo infinito, cara a cara.

 

¡oh, que frío!

 

¡oh, que frío de horror debió sentir

 

el pobre dios

 

al ver que atravesaba las paredes

 

de su regio palacio

 

el tornillo de luz esa mirada!

 

 

 

   la fina oreja

 

sabía escuchar,

 

en medio misma de la algarabía,

 

las silenciosas voces del silencio.

 

¡hasta las palabras

 

que no llegaron a ser dichas nunca

 

las oyó aquel oído!

 

 

 

   el paso era recientemente firme

 

que allá, bajo la tierra,

 

los nuestros sentirían, de seguro,

 

sensación semejante

 

a la que los vivos sentimos

 

cuando alguien golpea el suelo

 

con talones de plomo

 

en el piso de arriba…

 

 

 

   ¿con qué hecha estaría la frente

 

de este varón, que en día

 

saltaron chispas de ella?

 

de tal manera incendió

 

de libertario republicanismo

 

los suramericanos bosques vírgenes?

 

 

 

   ¿la estatura?

 

 no se ha podido precisar.

 

VARIABA

 

SEGÚN LAS EMOCIONES DEL ESPÍRITU.

 

unas veces dos metros,

 

otras quinientos, otras…

 

(¡toda medida hubiese sido corta

 

para medir el tamaño de este hombre

 

cuando pensaba liberar america!)    

 

 

 

   el océano pacífico

 

era manso y discreto.

 

así lo hallaron los conquistadores,

 

¡qué lo diga balboa!

 

pero una vez el héroe en sus aguas

 

fué a quitarse los fuegos del verano.

 

como se iba adentrando entre las olas,

 

redoblaba el latir de su corazón,

 

hasta que de repente

 

todo el océano se llenó de ruido.

 

desde entonces

 

el mar, por imitar aquella música

 

voluptuosa y salvaje,

 

ruge contra la arena de la playa.

 

 

 

   en la vaina de algún antepasado

 

-exiguo molde para un gran proyecto-

 

fundió un rayo de sol:

 

así su espada

 

que, por el sol, sabía defenderle

 

de la sombra escondida entre las sombras.

 

 

 

   ¡y la marcha

 

desde las llanuras del norte

 

hasta los altiplanos del sur!

 

¿cómo pudo

 

conducir sus ejércitos en un

 

tiempo en que la civilización

 

todavía no lo era?

 

 

 

   bajo la omnipotencia de sus pies,

 

los andes,

 

ENCHUFÁNDOSE EN SÍ MISMOS,

 

de ponerse a nivel con la planicie:

 

por sobre ellos llevaba sus soldados

 

del uno al otro lado de américa.

 

 

 

   (he ahí el retrato

 

de uno de los dos hombres

 

más grandes de la creación.

 

ha puesto

 

las líneas generales.

 

le faltan

 

un poco de retoque,

 

alguna sombra,

 

un plano de luz,

 

un pincelazo

 

donde esté débil el color.

 

AUTORIZO A UN PINTOR DEL AÑO

 

2021 A QUE LO ACABE.

 

¡ah!, el otro hombre se llama jesucristo).

 

 

 

 

 

poemas suramericanos

 

 

 

la quebrada

 

 

 

   el hombre fue creado.

 

 

 

   lo mismo ahora:

 

una cabeza,

 

un busto

 

y cuatro extremidades,

 

¡y un corazón dentro del busto!

 

poco

 

para la eternidad del universo.

 

 

 

   el hombre holló la tierra con su planta.

 

 

 

   y la tierra ante el mono

 

de una cabeza,

 

un busto

 

y cuatro extremidades

 

y un corazón dentro del busto,

 

lanzó una carcajada.

 

 

 

   sarcasmo.

 

hoy los hombres

 

TENDEMOS PUENTES

 

SOBRE LAS CARCAJADAS.

 

 

 

 

 

paisaje uno y trino

 

 

 

   el corazón de la noche

 

POR LOS CIELOS DEL BOHÍO

 

Andando al compás mío

 

IBA LA LUNA EN SU COCHE

 

sin hacerle ni un reproche

 

DE AMOR LA BESABA EL RÍO

 

tenía miedo del frío

 

EN UN INMENSO DERROCHE.

 

 

 

   a mi la noche me amaba

 

YO LA QUERÍA A LA LUNA

 

que el amor es cosa bruna

 

LO PRUEBA EL QUE ME ENGAÑABA.

 

 

 

 

 

nota. -el título de esta composición me exime de exégesis. pero como los espíritus tardos están en mayoría, enciendo el faro de mis palabras para alumbrarles el camino.

 

   se trata de tres POEMAS ENCHUFADOS. ocurre que al mirar un paisaje vemos varios paisajes superpuestos, cuya descripción parece imposible hacer, en un solo poema, puesto que es un solo paisaje. para dar la sensación total de la visión, nada como el método precedente, según sospecho. ¿alguién lo ha hecho antes que yo? que lo declare, para gritarle: hermano mío!

 

   he aquí la luz: primer poema: todos los versos; segundo poema: los versos escritos con minúsculas exclusivamente; tercer poema: los versos exclusivos en mayúsculas exclusivamente.

 

 

 

 

 

urbe pródiga

 

 

 

   la sed encendió la hoguera

 

en mi garganta,

 

su hoguera

 

inextinguible para los bomberos.

 

 

 

   me subí a la montaña

 

y exprimí con la boca

 

hasta agotarla,

 

hasta agotarla.

 

 

 

   esos

 

ímpetus que de improviso

 

me dan

 

de arrebatarme,

 

de saltar,

 

de hablar a gritos

 

y de hundir

 

mis manos en el vientre del espacio:

 

SON LOS RÍOS

 

QUE ME BEBÍ esa tarde de ancha sed.

 

los ríos

 

que quieren escaparse de mis venas

 

para inundar el universo.

 

 

 

 

 

La selección de estos poemas pertenecen al libro química del espíritu, publicado en Buenos Aires en 1923 

 

     

 

 

 

 

Alberto Hidalgo Lobato (Arequipa, 1897-Buenos Aires, 1967) es uno de los más importantes poetas peruanos del siglo XX. Activista de la vanguardia desde primera hora, fue responsable de la primera antología de poesía vanguardista latinoamericana –publicada como Índice de la nueva poesía latinoamericana en 1926–, y firmada por Borges, Huidobro y el propio Hidalgo. A pesar de que su obra poética –iniciada con una Arenga lírica al emperador de Alemania, en el que se intuyen las campanas del futurismo– enlazó libros importantes –Simplismo, Química del espíritu, Actitud de los años, Espacio-tiempo, Patria completa– su reconocimiento como voz esencial de la poesía americana se resintió debido a su faceta como polemista. Autor de libelos y recopilaciones periodísticas en las que abundaba la virulencia contra nombres importantes, Alberto Hidalgo cosechó una muchedumbre de enemigos encantados de negarle el pan y la sal. A pesar de ello, llegó a optar al Premio Nobel de Literatura en candidatura defendida por Gabriela Mistral. Entre su obra en prosa destaca el libro dedicado a España, España no existe, en el que carga contra los ultraístas, contra el paisaje, contra el castellano, y, por encima de todos, Diario de mi sentimiento, unas particulares memorias hechas de fragmentos que ahora se reeditan por vez primera desde su aparición original en 1937 en edición privada. Dejó sin publicar el segundo tomo, Novela activa, que también aparecerá en Renacimiento.

 

 

 

 

 

Fuente Biográfica: Editorial Renacimiento

 

Fuente fotográfica Wikipedia

 

 


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