Poemas de Dimitri Porcu

Escribo con tu pluma

 

 

 

Desde hace un tiempo tengo en mi mano       

 

tu pluma,

 

Las palabras llegan

 

se forman frente a mí

 

Se juntan y trazan la ruta hacia un lugar otro

 

Hacia el resto

 

 

 

Tú sabes qué palabras:   las tuyas    las mías    las de ellos

 

Y aquellas que no existen

 

Las que nadie entiende

 

Pero suenan

 

Exactas verdaderas y presentes

 

Desde hace un tiempo escribo con tu pluma

 

Todas las manos del pasado      

 

todas las manos acabadas

 

Las de los viajes  las de las caricias  y del exilio    las de todos los días

 

Todas esas manos también sujetan esta pluma

 

Repiten el recorrido serenamente

 

Bebiendo del río de letras

 

Que fluye

 

acogedor

 

en el corazón de la ciudad

 

 

 

Desde hace un tiempo escribo con tu pluma

 

Palabras       palabras       palabras

 

Tú sabes cuáles de ellas salvaran, quizás, algún pellejo,

 

Sabes de este embalaje al que llamamos poesía,

 

De estas líneas escritas que esnifamos a toda nariz

 

Adictos a la esperanza

 

Adictos colectivos

 

Recuerdas por eso la dosis:

 

Salir de ti mismo, para acoger a los demás

 

Como cantaba en tu boca el viejo poeta y amigo comunista

 

Gerald Neveu

 

Compañero también de Jean Malrieu           

 

          Si tu vida se está durmiendo ¡arriésgala!

 

 

 

Todos nos levantamos en masa

 

Y en tu pluma, la acción poética permanece

 

Lejos del alboroto

 

Lejos de cualquier cohorte

 

Lejos de las lágrimas de tinta negra

 

 

 

Desde hace un tiempo escribo con tu pluma

 

También dejo que otros escriban con ella

 

Aquellos que tú amaste

 

aquellos que saben, o aún no saben, el peso de las palabras

 

Los de la primera fila y los del fondo de la clase

 

del fondo de la vida    de todos los fondos    de todas les clases

 

Entregarles el amor por las lenguas

 

En compañía de los poetas queridos

 

 

 

Del poemario Les Mots au Centre (Éditons Gros Texte – 2020)

 

 

 

 

 

De Marsella a Túnez

 

 

 

Puerto de Marsella:

 

Desarraigados – arraigados – ya ni se sabe

 

Una sola cara – una sola raza – un solo ferri

 

En el enjambre de retornos

 

Las maletas cargadas de deseos

 

Llenas de jornales acumulados   

 

Se desbordan de un sueño de antaño

 

Irse de la patria – no patria

 

El retorno a la patria – no patria

 

Volver donde uno, quizás, vuelva a ser uno mismo

 

Volver para buscarse, quizás, a la par de uno mismo

 

 

 

Abordar
Un «barco sin velas»
Ir en busca del pasado
Marcharse hacia un futuro
Que es nuestro presente
Por eso hablo de ustedes al presente
Sus palabras en mi boca

 

En sus ojos busco

 

La memoria salada
Los seguiré buscando

 

En otros ojos

 

En el recuerdo al horizonte

 

En el aro de oro puesto a la oreja

 

Siempre más lejos

 

Siguiendo el viento de los muertos

 

Rumbo a África

 

       

 

Una foto

 

El nombre de una ciudad

 

Un puerto

 

Un bar

 

Y los mensajes llegan de todo el exilio

 

La memoria que nos habita

 

Ahora parte de nuestras esperanzas lejanas

 

Solo los recuerdos están ahí

 

en la cubierta del barco

 

El mar menos salado

 

Que el oleaje de las lágrimas

 

En la garganta que el tiempo aprieta

 

 

 

Primera visión de la Tierra:

 

Ver Túnez por primera vez

 

 

 

«Desembarcar en la ciudad»

 

Túnez

 

Respirar por fin

 

El Aquí 

 

Andar por una nueva ciudad

 

Una ciudad blanca

 

Una ciudad desconocida

 

Y sin embargo

 

Yo sé dónde estoy

 

Conozco los rostros

 

Son los mismos de siempre

 

Aquellos entre dos cielos

 

Conozco los olores

 

el sendero

 

el sabor del café

 

Reconozco las voces roncas

 

y los rumores del corazón

 

Conozco este calor en la piel del deseo

 

 

 

Listo para deambular

 

Y acariciar el mundo

 

El sur del sur

 

Rozar ángulos nuevos

 

Aquí el tiempo se esfuma

 

El tiempo

 

Para olvidar quizás

 

La tragedia presente

 

 

 

Atreverse a estorbar la tranquilidad de los seres

 

Atreverse a creer en el porvenir

 

Escuchar notas solares

 

Ritmos ancestrales

 

Reírse de Todo

 

Para no perder Nada

 

Cada verso

 

Contará para lo que sigue

 

Aquí

 

Las lenguas

 

Golpean en el fondo del alma

 

Resuenan contra las paredes

 

Remontan los escalones

 

Uno por uno, de lo inefable

 

Escriben

 

En el nacimiento del día

 

Sobre un fondo azul y blanco

 

Palabras sin fronteras

 

Palabras que vienen de otros lugares

 

 

 

 

 

 

 

Sueño I – carrera matutina - Cartago

 

 

 

Endulzar la distancia

 

Entre dos medidas

 

Al ritmo del corazón

 

Corrí hacia mi pasado

 

En los pasillos

 

Al canto de los pájaros

 

Letanía

 

Dulce y alegre

 

Le di un beso a la bruma

 

Lamí el comienzo del día

 

Olí el olor

 

De la tierra que se despierta

 

La humedad ya

 

Anidada en mi cabello pesado

 

Mi cuerpo corriendo

 

Empapado de sudor

 

La voluntad de creer en ello

 

Furia de absolver

 

Recuperar el tiempo

 

En la zancada del porvenir

 

Con mis pasos alcancé

 

La otra orilla

 

Tomé prestado de nuevo el barco

 

Esculpido en vuestros cuerpos

 

En la palma del árbol flotante

 

Vuestros espíritus me hablan

 

Y

 

Cruzan el mar

 

Todavía antes

 

Del ultimo naufragio

 

Oí las palabras

 

Del agua

 

Reemplazaré la alianza

 

Y sus palabras grabadas con vuestros nombres

 

Al centro

 

Debajo del quiosco

 

Al centro del tiempo

 

Como en una foto

 

Al centro

 

Reunificar el amor

 

A la orilla

 

Una vez más

 

De un campo de olivos

 

 

 

- Tabarka -

 

 

 

La llegada

 

A mitad del día

 

En la hora

 

En que solo el sol va por la ciudad

 

Va en busca del tiempo

 

Tabarka

 

Ciudad - Mítica - Símbolo -

 

Tabarka

 

Lo escuché desde la más temprana edad de la boca de mis padres

 

Tabarka

 

El comienzo de la epopeya familiar

 

El arribo en barco

 

Fue AQUÍ

 

El primer puerto donde atracar después del periplo

 

Salgo, por fin, de las redes que sostienen nuestras fantasías

 

Los peces también salen de estas redes desenredadas

 

Por la mano única del pescador viejo de otra isla

 

El viejo pescador de Sant’Antioco

 

En Tabarka

 

Nejib Ouerhani me recibe en casa

 

En su casa – con su mujer

 

Me guía

 

Me orienta

 

Pega los trozos rotos de la historia

 

Nuestra Historia – Mi historia – La de los otros – La de muchos

 

Con él

 

Me zambullo por primera vez en el mar que los ha traído a hasta aquí

 

Él entiende

 

El pudor del sur

 

Que solo los exiliados de la nostalgia dominan  

 

Él se aleja un poco

 

Dejándome hablar con la mar – mezclarme con sus aguas – El agua de mis ojos

 

Fluyen fuera de mí – Los devuelvo – Los dejo aquí

 

Entrar luego en la escuela francesa de Tabarka donde estudiaste, Nonno, un tiempo entre dos temporadas de pesca de langosta, con tu padre y tus hermanos, en la isla de la Galita – tu segunda escuela – saltando clases – la que más te enseñó

 

Pero ingreso – siempre gracias a Nejib – a la escuela francesa de Tabarka

 

Todavía en pie

 

Todavía colonial

 

Todavía en el mismo estado

 

El mismo tablero para aprender del mundo – los mismos pupitres para trazar las primeras letras – el mismo patio para descubrir al otro

 

Tras la emoción

 

El asombro – el espanto – el enojo

 

Los niños de ahora

 

Pequeños y pequeñas de Túnez

 

Pequeños y pequeñas independientes

 

Son los olvidados del Norte

 

Los olvidados del mundo

 

Saldrán adelante, cueste lo que cueste

 

Migración tras migración

 

 

 

La noche en Tabarka

 

A Night in Tunisia

 

Dizzy Gillespie hace un concierto en mi cabeza

 

A lo lejos, músicas anuncian y celebran bodas

 

Los ritmos entran en mis venas

 

Me cantan el amor vivido y el amor olvidado

 

En la caja de arena al pie del inmueble

 

Quedo atrapado en les ruedas veladas de una bici

 

En una « periferia del mundo»

 


Antes de dejar Tabarka

 

Una vuelta por el cementerio italiano

 

Deteriorado – abandonado - cerrado

 

Todo mundo se ha ido

 

Pareciera que hasta los muertos

 

Un viejo musulmán

 

Me abre las puertas

 

Hace rechinar el portón oxidado hacia todas las cruces de Cristo

 

Me regala su sonrisa

 

Y extiende su mano

 

Para recoger la mía

 

También me regala lágrimas

 

Para mitigar esta tierra tan árida

 

Ella está ahí

 

Ellas están ahí

 

Mi bisabuela y su nieta

 

Bajo los restos del cemento agrietado

 

Invadido por la maleza

 

Las encuentro por el tamaño de la tumba pequeña

 

Pequeña tumba de niña

 

Junto a la tumba de su madre

 

Entrelazadas por debajo de la tierra – Tierra compartida – Tierra de amor y dolor

 

Están ahí

 

Como tú me dijiste, Nonno

 

Están bien

 

A lo alto de este pequeño cementerio – en la colina

 

Miran la mar azul

 

Hace buen tiempo aquí

 

Siempre sereno

 

Deposito sobre esta tumba hecha jirones

 

Deposito para ti – para tu amada madre – que lleva el nombre que le diste a tu hija

 

Unas estampitas – como los puntos buenos – que me hcías acumular

 

San Antonio de Padua y San Antíoco – el santo de nuestra isla sarda – el mártir que llegó de Mauritania – como viejos conocidos – amigos cercanos y fieles – rostros familiares – sus palabras oraciones en italiano en el dorso de la imagen

 

Y me voy con un pedazo de cemento como una piedra preciosa

 

Apretada en mi puño

 

Sé que ella llegará a mi casa

 

Al altar sagrado de los objetos que devuelven a mi memoria a ustedes – A TODOS

 

 

 

 

 

 

 

Aquí el camino sigue – otros lugares me esperan

 

 

 

 

 

Preferir

 

"Afuera y Siempre »

 

A "Aquí y Ahora"

 

 

 

En vuestros brazos abiertos

 

Como los del olivo

 

En la palma de vuestras manos

 

Ofrendadas al cielo

 

Trazadas

 

Por las líneas del afuera

 

En los cinco dedos apuntando hacia la tierra

 

En vuestras casas abiertas al otro

 

En las mesa de los idiomas

 

Sentados uno al lado del otro

 

En el exilio de los deseos

 

En vuestros rostros marcados por el sol

 

Pude

 

Divisar

 

En el centro de los ojos

 

El pasado

 

Sin caerme

 

Ver el presente

 

Que vendrá de nuevo

 

Acariciar el suelo y el polvo

 

Pude

 

Encontrar «la pieza faltante»

 

Abrazar un país

 

Que deseaba

 

Alcanzar los sitios y ciertos dioses

 

Pude

 

Agregar versos

 

Al poema ya escrito

 

 

 

 

 

En la sal de nuestras lenguas

 

Una poesía marítima
Para siempre y después de siempre

 

 

 

13 de junio de 2017                                                                                                                       
13 de julio de 2020                                                                                                                             

 

                                                                                                   

 

14 de julio de 2020
Yo
Me despierto huérfano

 

Huérfano nunca

 

Yo soy vuestra ofrenda al mundo

 

Provengo del amor circular                                                                               

 

Del amor

 

 

 

Yo vivo en ustedes y ustedes en mí                                                                                       

 

Fuimos tres

 

Por mucho tiempo

 

Embarcados entre las mismas olas

 

Al ritmo del encanto

 

 

 

En el barco del deseo       

 

Y ebrios también

 

Ebrios de vida

 

Ebrios de alegría
Ebrios de llanto
Y de todo lo que convertimos en espuma

 

 

 

Luego dos

 

Solos
Tú y yo buscando a la estrella

 

          Para orientarnos

 

Nos acercamos a nuevas costas
Donde no estuvimos mal

 

 

 

Solo hoy

 

En el bote que salva de los infortunios

 

Me dispongo a cruzar los mares
Que me quedan por explorar
Vuestros rostros como pabellones
Vuestras almas en proa

 

 

 

Para este día

 

Es tu vela, mamá
Que levanto alta en el cielo                                                                                        

 

Despejado

 

Tu mano que desde niño he tomado                                                                                    

 

Hasta esta noche, en la mía                                                                   

 

Besar tu frente

 

Tu cuello

 

Sentir tu perfume                                                                                             

 

 
Te lo rocié hoy

 

Yo sabía

 

Que me dejarías navegar solo

 

¿Sabré yo ahora cómo orientarme

 

En esta inmensidad?

 

Hasta donde alcanza la vista

 

          Ya estoy                                                                                                           Perdido  

 

 

 

En alta mar una red tendida por manos amadas                                                                    

 

Las manos que me sostienen
Las manos de Elsa
de Nanni Zoé Zara

 

 

 

Me pescarán de nuevo

 


Todos – Solo en el horizonte

 

 

 

 

 

 

 

Dimitri Porcu es un músico y poeta nacido en Lyon, Francia en 1978. Encargado de la mediación y la acción cultural del Espacio Pandora. Tiene doble afiliación: francesa e italiana. Tiene orígenes sardos, sicilianos, tunecinos y griegos. Desde muy temprana edad se dedica a la improvisación musical, a la poesía y a unir palabra con música. Desde hace más de 25 años se ha exhibido en diferentes escenarios en Francia y en el extranjero, junto con poetas, actores, bailarines y músicos, llevando a cabo diversos proyectos artísticos. Entre sus publicaciones se encuentran los siguientes libros de poesía: Tous-Solo (éditions de l’Aigrette, 2022) y Pour une poignée de sable (éditons de l’Aigrette, 2024). Su obra está presente en las siguientes antologías: Grâce, Livre des heures poétiques (Bruno Doucey, 2024), Tous ces visages au creux des paumes (La Lune Bleue - Trouée poétiques, 2024), Le nom du son, Une anthologie jazz et poésie (éditons Le Castor Astral, 2024) y Présent au surréalisme, 1924-2024: Le premier Manifeste a cent ans (éditions la rumeur libre, 2024). Ha traducido en francés la obra de poetas italianos como Claudio Pozzani, Mauro Macario, Andréa Liaolo, Max Ponte, Salvatore La Tona y Giacomo Casti.

 

 

 

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Zingonia Zingone

 

 

 

Zingonia Zingone (Londres, 1971) es poeta, narradora y traductora. Escribe en italiano, español, inglés y francés. Sus libros han sido editados en España, México, Costa Rica, Nicaragua, Colombia, Italia, India, y Francia. Sus títulos de poesía más recientes son Los naufragios del desierto (Vaso Roto, 2013), Las tentaciones de la Luz (Anamá Ediciones, 2018), El canto de la Sulamita – Poesía Reunida, (Uniediciones, 2019), El viaje de la sangre (Huerga & Fierro Editores, 2021), y La pajarera sin redes (Domingo atrasado, 2022). Entre sus trabajos de traducción destacan los últimos dos libros de Claribel Alegría: Voci (Samuele Editore, 2015) y Amore senza fine (Fili d’Aquilone, 2018). Es fundadora de los talleres de poesía FreeFromChains y consejera editorial de la revista literaria mexicana “El Golem”.

 

 

 

 

 

Semblanza y fotografía proporcionadas por Zingonia Zingone

 

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